Cuando los conquistadores españoles llegaron a América, no existían en el nuevo continente animales domésticos de la mayoría de las especies producidas actualmente. Solamente los Incas habían domesticado la llama, algo la alpaca y aprovechaban la vicuña, y los Aztecas tenían en estado muy primitivo la domesticación de los pavos. No había en el continente…
Cuando los conquistadores españoles llegaron a América, no existían en el nuevo continente animales domésticos de la mayoría de las especies producidas actualmente. Solamente los Incas habían domesticado la llama, algo la alpaca y aprovechaban la vicuña, y los Aztecas tenían en estado muy primitivo la domesticación de los pavos. No había en el continente bovinos, ovinos ni equinos.
La primera introducción de animales domésticos, entre ellos vacunos, la efectuó Colón en su segundo viaje en 1493, los cuales fueron desembarcados en la isla de Santo Domingo. Como las expediciones españolas posteriores tocaron siempre esta isla, la misma se convirtió en un centro multiplicador y distribuidor de ganado.
De Santo Domingo estos animales pasaron a las demás islas de las Antillas y luego a América Central y México, desde donde se difundieron hacia el norte, en lo que es hoy Estados Unidos, y hacia el sur, por el Pacífico, hacia el Perú, donde se estableció el segundo puesto multiplicador de ganado, y desde donde pasan a Chile.
Los primeros vacunos que llegan al Paraguay lo hacen a través del sur del Brasil, con la expedición de los hermanos Goes en 1555, los que llevan siete vacas y un toro. Posteriormente, en 1570, Felipe de Cáceres lleva desde el Alto Perú 4.000 vacunos y otros animales a Asunción del Paraguay.
De estos tres centros, Perú, Chile y Paraguay, y directamente por el Río de La Plata, se introduce el ganado bovino en el actual territorio argentino.