El 2017 fue un año excepcional para el mercado de camionetas gracias –en buena medida– a la recuperación del poder de compra de los empresarios agropecuarios registrada luego de apechugarla durante los últimos años del régimen kirchnerista.
La eliminación de las retenciones instrumentada desde 2016 –salvo en el caso de la soja– junto con una apreciación cambiaria sostenida generaron una oportunidad para cambiar granos por fierros (los cuales son activos dolarizados porque la mayor parte de sus componentes son importados) antes de que se dispare (aún más) el tipo de cambio.
En todo el año 2017 se patentaron 107.724 unidades de las seis camionetas de mayor uso en el ámbito agropecuario versus 82.685 y 70.398 vehículos en 2016 y 2015 respectivamente, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).
Las camionetas Toyota Hilux, que en 2015 y 2016 llegaron a acaparar un 39.2% y 38.7% del total de patentamientos, en 2017 experimentaron una caída sustancial de su cuota de mercado para ubicarse en 31.6% (sigue siendo, de todas maneras, la líder del segmento).
Fiat Toro –una chata compacta a precio muy competitivo– fue la gran sorpresa del año con 16.022 unidades patentadas (14.9% del total). Sin embargo, lo barato a veces puede salir caro.
El año pasado muchos usuarios argentinos de la camioneta Fiat Toro comenzaron a notar fallas generadas por un filtro de partículas (DPF) con desperfectos de origen. Los reclamos, desatendidos por la filial local de Fiat Chrysler Automobile, se trasladaron a las redes sociales para finalmente derivar en una manifestación, realizada en noviembre pasado frente a la terminal de Fiat Córdoba, en la cual, con pancartas que decían “El DPF no sirve” y “Fiat hacete cargo”, reclamaron una solución al problema.
Un mes después, a fines de diciembre pasado, Fiat Chrysler Argentina publicó una solicitada en la cual se comprometió a realizar una revisión gratuita y actualización del DPF del motor 2.0 turbodiésel de 170 caballos (único disponible en toda la gama de la camioneta).
La performance comercial más destacada del año corresponde a la Chevrolet S-10, la cual logró, en un entorno ultra competitivo, incrementar las ventas para lograr una cuota del 13.0% versus 9.8% en 2016 (ver planilla).
Por su parte, Volkswagen Amarok en 2017 captó una cuota de mercado de 20.8% (versus 22.0% en 2016), mientras que Ford Ranger logró un 18.7% (versus 22.1%). El modelo de Nissan (Frontier) no logró captar una participación de mercado significativa (apenas un 1% el año pasado).
El año que viene comenzará a comercializarse en el mercado argentino la nueva camioneta de Renault (Alaskan), mientras que en 2019 la competencia en el segmento seguirá incrementándose con la salida de a chata Mercedes-Benz Clase X.
El crecimiento del mercado de camionetas se gestó en un marco de guerra de precios que terminó licuando los márgenes de los eslabones más débiles de la cadena automotriz: autopartistas y concesionarios.