Alberto Fernández pidió subir el arancel a las exportaciones de granos, pero carece del apoyo del Congreso. Pero el ministro de economía se opone y el ministro de Agricultura negó el proyecto
El urticante tratamiento de nuevas retenciones, una propuesta que impulsó el mismo presidente Alberto Fernández, graficó en las últimas horas el grado de desconcierto y de cortocircuitos en el seno del Gobierno. Podría decirse que en cuestión de horas la iniciativa pasó de la primicia al cajón del archivo, no solo por la falta de encolumnamiento de los funcionarios detrás de un nuevo “impuestazo” al agro, sino por las dificultades que generaría su paso por el Congreso Nacional.
El presidente Alberto Fernández dijo este viernes que la aplicación de derechos de exportación para los granos y sus derivados industriales son la forma de evitar que el aumento de los precios internacionales de los alimentos se trasladen a los precios internos, pero aclaró que carece del apoyo de la oposición para aprobar cambios en el Congreso.
Los aranceles a las exportaciones son una herramienta que utiliza el Gobierno para tratar de contener los precios domésticos, en una economía que se encamina hacia una inflación anual de más del 60% en 2022, según estimaciones privadas.
Una suba de retenciones es crucial para la recaudación: Argentina es el primer exportador mundial de aceite y harina de soja, el segundo de maíz y un proveedor internacional clave de trigo
“Nosotros tenemos que hacer algo para buscar que los precios internos se desacoplen de los precios internacionales. El modo son las retenciones (aranceles a las exportaciones)”, declaró Fernández a Radio Con Vos.
“Ahora las retenciones son un tema legislativo y necesito que el Congreso entienda el problema y acompañe llegado el caso una decisión de esa naturaleza”, explicó, pero agregó que probablemente no cuente con el apoyo de la oposición para un aumento en las tasas.
El mandatario se refirió al impacto que tiene en Argentina el conflicto entre Rusia y Ucrania debido al aumento global de los precios de los alimentos.
Previamente a las palabras de Alberto Fernández, su ministro de Economía, Martín Guzmán, había dicho 48 horas antes que un aumento en los derechos de exportación estaba descartado por orden presidencial. Los dichos del presidente dejaron mal parado el titular de Hacienda y también al de Agricultura, Julián Domínguez, que aclara el mismo punto cada vez que puede a las organizaciones ruralistas.
Guzmán afirmó el martes que no habrá aumentos en las retenciones a las exportaciones, ya que “para poder darle continuidad a la recuperación económica, la Argentina necesita dólares”.Roberto Feletti, Martín Guzmán, Julián Dominguez y Matías Kulfas
Durante una entrevista en el canal C5N, el titular de Palacio de Hacienda ratificó que “no se van a aumentar los derechos de exportaciones, la decisión está tomada por el Presidente y cada funcionario debe respetar las decisiones del Presidente”, en referencia a los pedidos del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, de pedir públicamente un aumento de los derechos de exportación en público, provocando protestas en el campo
Pero las contradicciones no terminaron ahí. Apenas tres horas después de la entrevista radial del Presidente, el ministro Julián Domínguez se pronunció desde su cuenta personal de Twitter en contra de una suba de los derechos de exportación.
En un plazo de 48 horas, el ministro Guzmán dijo que las exportaciones no subirían, luego el presidente Fernández pidió lo contrario y 3 horas después el ministro Domínguez lo desmintió
“Antes de presentar el Plan GanAr en Córdoba, hablé con @alferdez, @JuanManzurOK y @gabicerru. Desde que asumí, la preocupación del Presidente es el aumento de los alimentos para las y los argentinos. De ninguna manera se van aumentar las retenciones ni enviar un proyecto de ley”, expresó Domínguez.
En marzo, el Gobierno anunció el aumento del 31% al 33% el impuesto a la exportación de harina y aceite de soja y la creación de un Fondo Estabilizador de Trigo.
La economía argentina atraviesa un período crítico desde hace una década, con años de una elevada tasa de inflación, que en abril alcanzó el 58% interanual, y la actividad está recuperándose después de tres años de recesión económica y fuerte aumento de la pobreza. Tras la suba del 6% del índice de precios al consumidor en abril los expertos afirman que mayo superará el 5% y se ubicará arriba del 60% en 12 meses.
La política oficial para el agro enfrentó a la gestión de Fernández con los productores agropecuarios, que sostienen una histórica tensa relación, que tuvo su momento culminante en el conflicto con el campo en 2008 por el intento de imponer retenciones móviles.
Los ingresos provenientes de las tasas a los embarques de productos agrícolas y agroindustriales son una muy importante fuente de recursos para el Gobierno argentino. Argentina también grava los embarques del trigo y el maíz, en un 12 por ciento.