La propagación de la peste porcina africana en China, y más recientemente en Bélgica (cerca de Francia y Alemania), ha alterado sustancialmente las perspectivas para la industria porcina en todo el mundo. Las perspectivas de una demanda de exportación mejorada han aumentado a raíz de los acontecimientos recientes, mientras que la posibilidad de que la enfermedad se propague a nivel mundial ha crecido exponencialmente. Así lo explica Christine McCracken, analista senior de Proteína Animal de Rabobank.
En base a la amplia dispersión de casos informados hasta la fecha en China, es poco probable que esta enfermedad haya sido contenida, y se espera que se notifiquen casos adicionales. Para contener la propagación del virus, China ha restringido el movimiento de animales vivos dentro de las siete provincias con casos de peste porcina africana, así como las once provincias vecinas.
El freno en el transporte de animales dentro de China ha creado dislocaciones significativas en los suministros de animales y cerdos. El excedente de carne de cerdo está pesando en los mercados a medida que los productores se apresuran a comercializar existencias provenientes de animales sanos. Al mismo tiempo, los precios en las ciudades, junto con las regiones del este y sur de China, sin una producción fácilmente disponible, han visto un aumento de hasta un 40% en los precios desde que se implementaron las prohibiciones de transporte. Si utilizamos las pérdidas de rebaños que vimos en el brote de 2007 de PRRS como punto de referencia, es posible extrapolar que podría surgir una brecha de suministro de hasta 2 millones de toneladas en los próximos meses.
Por otro lado, el descubrimiento, el 13 de septiembre, de un brote de peste porcina africana en el sur de Bélgica es motivo de gran preocupación. Las poblaciones de cerdos salvajes en la región son densas, y si la enfermedad ya se encuentra en la población, será difícil contener su propagación. Si los jabalíes llevan la peste porcina africana a países con exportaciones pesadas como Francia o Alemania, el comercio mundial podría verse significativamente afectado. Cualquier interrupción en las exportaciones de los principales socios comerciales europeos dejaría a Asia con pocas opciones.
Para los productores y procesadores de América del Norte, esta perspectiva ofrece razones para estar preocupados y optimistas al tiempo. Para los productores de porcino de EE.UU., junto con los de Canadá y Brasil, la interrupción en las regiones claves de producción porcina abra oportunidades de exportación. Inicialmente, esto probablemente será una “compra de pánico” por parte de los clientes preocupados por la disponibilidad y el costo de futuros suministros de carne de cerdo.
Para principios de 2019, Rabobank espera que los mercados comprendan mejor el brote y las necesidades de importación resultantes. Mucho depende de que los países de Europa occidental, que actualmente suministran alrededor del 35% de las exportaciones mundiales de carne de cerdo, permanezcan libres de peste porcina africana. Si el virus se propaga en Europa a través de la población de jabalíes, podría haber una demanda significativa de exportación de carne de cerdo estadounidense, canadiense y brasileña, así como una demanda considerable de proteínas competidoras (carne de vacuno, pollo y mariscos).
La posible propagación de la enfermedad en toda Asia y/o Europa también representa, a la vez, un gran riesgo para los productores de América del Norte y América del Sur. Se están realizando esfuerzos para encontrar y cerrar todos los posibles métodos de contaminación. Por ejemplo, en los EE.UU., la industria está trabajando con funcionarios de sanidad y comercio de animales para garantizar que los posibles puntos de entrada sean seguros. Los suministros de alimento, las tripas y las importaciones de carne contaminada están siendo objeto de un intenso escrutinio.
Christine McCracken finaliza su análisis sobre el futuro del mercado de las proteínas animales asegurando que aquellas naciones que dependen de la importación de carne de cerdo buscarán proveedores libres de esta enfermedad, lo que beneficiará a los productores de EE.UU., Canadá y Brasil y a proveedores de otras proteínas animales. En el caso de China, se podría dar el cambio de la proteína del cerdo a otras como la de pollo o vacuno.
En las zonas de producción no afectadas, la bioseguridad y las pruebas se intensificarán para garantizar el acceso continuo a los mercados de exportación.
Fuente: Eurocarne