La industria de silobolsas en la Argentina viene creciendo de manera significativa en las últimas décadas de la mano del aumento de las cosechas agrícolas y de las constantes crisis económicas que terminan afectando la rentabilidad de los productores.
Las empresas que se dedican a la venta de silobolsas cuentan que cada vez son más los productores que se vuelcan a adquirir estas bolsas plásticas que permiten almacenar granos y dosificar las ventas a lo largo del transcurso de una campaña agrícola.
Actualmente se acopian en todo el país alrededor de 45 millones de toneladas por año. Esta industria no sólo exporta silobolsas sino también embolsadoras, extractores y carros autodescargables a más de 50 países por un valor anual de u$s 50 millones.
«El silobolsa era una herramienta a la cual accedían sólo los grandes productores. Pero hoy, en medio de la crisis cambiaria, es un instrumento de trabajo masivo en el campo que no discrimina escalas», comentó a LPO un importante empresario del sector.
Supercosecha. La Bolsa de Cereales prevé una cosecha 2018/19 de 125,9 millones de toneladas entre los seis principales cultivos (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo), superando así la campaña 2016/17 cuando alcanzó las 121,2 millones de toneladas. El aporte del campo a la economía sería del 1,6% del PBI nacional. El PBI agrícola crecería un 33% hasta superar los u$s 30.000 millones -u$s 7.600 millones más que la campaña anterior- y el ingreso de divisas por exportaciones agroindustriales se ubicaría en los u$s 25.900 millones.
Cabe mencionar que en los últimos 20 años la producción agrícola pasó de 50 a 120 millones de toneladas (antes las cosechas se almacenaban en silos fijos). Este año los principales compradores de silobolsas argentinos son Brasil, Uruguay y Sudáfrica.
También se registran envíos a Paraguay, Estados Unidos, Chile y Ucrania. Las empresas que se reparten la mayor parte del negocio son Ipesa Río Chico (Ipesasilo), Inplex Venados (Agrinplex), Sixcom (SiloBag) y Thyssen Plastic Solutions (Agrosilo TPS).
«El silobolsa es un sistema que permite almacenar granos secos de maíz, soja, trigo, girasol y arroz en el propio establecimiento productor a bajo costo y con óptimas condiciones de calidad», señaló un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
«El inconveniente que presenta la utilización del silobolsa es que su cuidado es más demandante de atención que otro tipo de ensilado, en especial en lo referido al llenado, vaciado, control de roedores y seguridad por robo», sostuvo la BCR.
La dimensión del silobolsa promedio es de 75 metros de largo y 2,70 metros de diámetro con una capacidad de almacenamiento de 200 toneladas. Esta industria consume alrededor de 65.000 toneladas de plástico por año para abastecer la demanda.
El informe de la entidad rosarina mencionó que un grupo de especialistas del INTA aseguran que el silobolsa contribuye a resolver los problemas en torno a la seguridad alimentaria mundial y posiciona a la Argentina como proveedor de esas soluciones.
Durante el kirchnerismo el silobolsa -que reconvirtió el sistema de comercialización de granos a nivel mundial- estuvo en el centro de la tormenta en el marco de la pelea entre el Gobierno y el campo porque eran vistos como una herramienta «desestabilizadora».
De hecho, entre 2011 y 2015 -durante el segundo mandato de Cristina Kirchner- se registraron en las principales regiones productivas del país una innumerable cantidad de hechos vandálicos vinculados a la rotura intencional de silobolsas.