El pasto es la base de la alimentación del ganado, sin embargo, el cuidado que se le pone a este no es el adecuado. Por ello, Agronegocios se dio a la tarea de investigar cuáles son las mejores acciones para corregir los suelos y así producir pastos nutritivos para alimentar a los bovinos.
“Los suelos dedicados la producción ganadera son muy diversos desde su génesis, aún en una misma parcela muestran características diferentes. Esto hace que la base para realizar correcciones en el suelo para producir pasturas nutritivas dependa directamente del balance nutricional del suelo”, señaló Deivis Suárez, coordinador de investigación Facultad de Ingeniería Uniagraria.
En ese sentido, la mejor forma de corregir la nutrición de los suelos y por ende, producir pasturas de calidad nutricional está en realizar análisis periódicos de fertilidad y enmiendas de aquellos nutrientes en deficiencia o correcciones de materia orgánica y pH según los requerimientos.
Por su parte, Santiago Sáenz, profesor del Programa de Administración de Agronegocios de la Universidad de La Salle, señaló que, “se deben tener en cuenta las recomendaciones de aplicación de cal para asegurar un buen crecimiento de los pastos y el manejo del agua, evitando que esta no cause daños por erosión ni tampoco que su acumulación pueda ocasionar asfixia radicular debida a las inundaciones de los potreros”.
Por otro lado, una práctica muy recomendada, para ser aplicada cada año, es la denominada “renovación de praderas”, para permitir una mejor capacidad de infiltración del agua lluvia, la aireación del suelo, y facilitar una mejor penetración de las raíces de los pastos, al romper la compactación que se da por el pisoteo del ganado.
Respecto a las cinco acciones que se deben tomar en las unidades productivas ganaderas para corregir el rumbo del cultivo y hacerlo más productivo con mayores nutrientes y de manera simultánea aumentar la productividad en el ganado bovino, Sáenz recomendó, diversificar las especies de pasturas, introduciendo las leguminosas que aportan proteína en la nutrición animal; reducir el tamaño de los potreros, para facilitar un microclima favorable al bienestar animal y fomentar la implementación de bancos forrajeros y bancos de proteína para suplementar la alimentación con forrajes de alta calidad proteica y energética.
Así mismo es clave, manejar un plan de frecuentes renovaciones de praderas, mediante la utilización de arados con disco de corte y cinceles vibratorios y utilizar sistemas de pastoreo rotacional indicados para cada zona, de acuerdo a sus condiciones climáticas, suelo, especies vegetales y raza de ganado, con estas prácticas se logrará tener animales mejor alimentados y sobre todo mejor nutridos, con alimentos ricos en energía, proteínas y demás elementos requeridos para un buen crecimiento de los animales.