Con el nuevo esquema de retenciones a las exportaciones, los embarques de carne aportarán tres pesos por dólar exportado, lo que con el valor actual del dólar representa aproximadamente el 8 por ciento. Teniendo en cuenta que en los primeros siete meses del año el país exportó 275.000 toneladas de res con hueso por un valor de 1.000 millones de dólares, cabría esperar que en lo que queda del año se exporten al menos otros 700 millones, lo que equivaldría a un aporte de 2.100 millones de pesos.
Pero las retenciones no son la única mala noticia que recibió la cadena de la carne en las últimas semanas. «En 40 días perdimos 15 puntos de competitividad, primero por la eliminación de los reintegros, y ahora por las retenciones», explicó Mario Ravettino, presidente del Consorcio de exportadores ABC en diálogo con Clarín Rural.
La gran preocupación de Ravettino es que esta pérdida de competitividad afecte el proceso de inversiones que está encarando la industria de la carne con el fin de modernizarse. «Cada vez que se mueven las variables crece la incertidumbre, y esto puede afectar inversiones que son muy necesarias en el sector».
Mario Ravettino presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas.
Según Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), “no hay posibilidad de que el nuevo esquema afecte las exportaciones presentes y futuras de carne”.
“Aún no se han trasladado los efectos de la devaluación a los precios de la hacienda que se vendía para la exportación, por lo tanto el nuevo esquema de retenciones aún no tiene impacto. En el último mes, la modificación en el tipo de cambio fue del 33 por ciento, de 30 a 40 pesos, y la retención, con un dólar de 38-39, es de alrededor del 8 por ciento” detalló en diálogo con Clarín Rural.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA).
Luego añadió que en el mercado interno, teóricamente tampoco debería haber gran incidencia dado que el 85 por ciento de la carne se comercia en el mercado interno y solo el 15 se exporta. “Las categorías de exportación han tenido aumentos de precio considerables, pero en las de consumo interno solo esta semana hubo aumento de precios por una retracción de la oferta, tal vez producto de la incertidumbre que tenían los productores y toda la cadena. Personalmente creo que no se van a consolidar porque la demanda está deprimida y da toda la sensación que el aumento que ha sufrido la carne no se va a sostener en el tiempo y se va a retrotraer de alguna manera”, explicó, y añadió: “La categoría de consumo, que es la que marca la tendencia de todos los precios, va a quedar un 5-6 por ciento por debajo de los de esta semana”.
En este sentido, Ravettino coincidió: «Una vez que pasen los días críticos, la oferta se debería normalizar», afirmó.
Los tiempos de la ganadería son lentos, por lo que habrá que tener paciencia para ver el efecto real de la medida.
