Los precios de las principales categorías comercializadas en el mercado de Liniers mostraron un incremento sustancial la última semana, a pesar de que la oferta superó 17% al promedio del último año.
Con respecto a la semana anterior, los novillos aumentaron 10%; novillitos y terneros gordos, 9%; y las vacas, un significativo 20%.
Es el salto semanal más alto desde el 18% de principios de junio, y hay que remontarse a diciembre de 2015, en vísperas de la asunción de este gobierno, para encontrar otro antecedente: 20% en aquella oportunidad.
En la comparación con los valores de hace 30, 60 y 90 días, todos los aumentos lucen muy importantes. En el caso de los machos y jóvenes, fue de 14-18% en un mes, 18-22% en dos y 25-30% en el trimestre. Para las vacas, los porcentajes fueron mayores: 35% en un mes y 65% en dos y tres meses.
Ajuste por inflación
Todo este movimiento también se refleja en el precio real del novillo, pese a la aceleración de la tasa de inflación. La cotización de esta semana última resultó 19% mayor al promedio de 52 semanas y lleva tres meses por encima de su trayectoria.
Además, resultó 10% mayor al precio de hace un año. Hay que retrotraerse a septiembre de 2016 para encontrar semanas en que el aumento interanual del precio real superaba esa cota.
El indudable que la incertidumbre y la volatilidad financiera y cambiaria tuvieron más que ver con este desempeño que la fría realidad del mercado.
Ahora queda el paso de trasladar estos mayores precios al mostrador, lo que no será una tarea sencilla, para decirlo suavemente. Es posible que sea un proceso largo y con idas y vueltas, que presione al mercado de hacienda a la baja, cuando las condiciones de oferta lo permitan.
Mientras tanto, los vendedores de hacienda quedarán en una mejor situación.