Lo primero al sobrevolar esta nota es pensar: “Ah, es sobre forraje verde hidropónico (FVH)”. Pero es y no es. Más bien se trata de una mirada más amplia donde el FVH es parte de un sistema que permite que la ganadería sea más eficiente y logre un mejor producto final (carne/leche), a través de una dieta que no dependa del clima.
“Logramos un kilo de carne a partir de dos kilos de maíz”, lanza Gerardo Spais, con firmeza. “Resolvemos el déficit de pasturas y proveemos un modelo de negocio con alta rentabilidad debido al bajo costo del alimento y a su gran eficiencia de conversión, además con absoluta independencia climática ya que se trabaja con invernaderos y sistemas de producción en ambiente controlado”.
“En esencia, se trata de un modelo productivo ganadero integral y disruptivo, que provee previsibilidad, facilidad de manejo de hacienda, simpleza y gran rentabilidad debido al uso de componentes e insumos muy económicos que se pueden conseguir con proveedores de la zona”, define.
La forma de trabajo es “llave en mano”. Esto significa que el equipo de Spais FVH brinda infraestructura (para producir forraje hidropónico) instalada y funcionando en el lugar, capacitaciones al personal y monitoreo de cada proceso productivo en marcha. O sea, no venden forraje, ni tecnología, ni maquinarias “sueltas” sino que brindan soluciones para que la ganadería sea más eficaz y rentable.
“Nuestra herramienta, que consiste en el ´know how´ de la producción ganadera sustentable con dieta de FVH, aplica a cualquier región, no depende del clima ni de ningún otro factor, solo hay que animarse a incorporarlo y se obtienen muchas ventajas”, explica Spais, que es fundador de su propia empresa.
Diseñar y ejecutar un modelo productivo con este sistema implica, al menos, dos pasos. Primero, Spais y equipo realizan un “anteproyecto” que incluye un viaje técnico al establecimiento interesado para relevar datos específicos del lugar y variables a tener en cuenta para elaborar el diagnóstico que sugiere cómo avanzar en el desarrollo del proyecto.
En el segundo paso se ejecuta el proyecto en sí, que consiste en instalar la infraestructura que produce FVH en ambiente controlado, asesorar técnicamente para producir el forraje y elaborar/administrar de forma adecuada la dieta específica que se debe aplicar al rodeo y monitorear el comportamiento de los animales mientras se adaptan al nuevo alimento. También realizan un análisis diario de la conversión para comprobar la efectividad del proceso, control de la sanidad y el bienestar animal, y un registro del comportamiento de los deshechos y efluentes para preservar el ambiente. Siguiendo al pie de la letra las indicaciones, el ganadero lograría obtener carne o leche de mejor calidad, de forma más eficiente y con menores costos.
-¿En qué consiste la dieta para el ganado? ¿Cambia el sabor de la carne o leche?
-La dieta se basa en FVH, más insumos básicos y bioinsumos orgánicos diseñados por nosotros. Nuestro modelo nutricional rompe los enlaces de celulosa, hemicelulosa y lignina de la fibra para liberar azúcares que serán como monosacáridos (energía necesaria para la dieta). En un ensayo en Mendoza usamos cáscara de álamo pelletizada como fibra, mezclada con un bioinsumo orgánico que aumenta su digestibilidad y la hidrólisis de los enlaces glucosídicos. En otra regiones se utiliza fardo de alfalfa u otro rastrojo que provea fibra como principal componente de la materia seca, concepto antiguo para cuantificar análisis de conversión. El FVH es una bomba hiperproteica y aumenta la sanidad animal por sus vitaminas, además se aplican otros bioinsumos sobre la base de compuestos fenólicos como antibióticos naturales, limitando la proliferación de bacterias no deseadas y reduciendo al mínimo el uso de antibióticos o, incluso, se puede llegar a prescindir de ellos. El sabor de la carne o la leche no cambian, ya que es un método 100% natural y ecológico.
-¿Siempre funciona?
-Siempre. El control y monitoreo diario, la independencia climática y la eficiencia en la conversión garantizan los resultados que planificamos junto al productor.
-¿Es más eficiente que producir con pastizal natural?
-Sí, somos más eficientes y más baratos. En Mendoza trabajamos en 20 hectáreas con 700 terneros en engorde y manejados solo por 2 personas en un suelo completamente infértil, solo con manejo adecuado. Las pasturas naturales requieren de superficies importantes y del clima, mientras que nuestro sistema resuelve estos problemas.
-¿Puede dar algunas cifras?
-Para producir una tonelada de silo de maíz se necesitan al menos 6 meses hasta cosecharlo, trabajar la tierra, gastar gasoil, mano de obra, rogar que el clima acompañe y son necesarios 270 mil de litros de agua para obtener 1 tonelada de silo de maíz. Por el contrario, nuestro modelo resuelve todo en tan solo 13 días, se produce una 1 tonelada de forraje hidropónico de maíz usando apenas 2.000 litros de agua y en 200 metros cuadrados cubiertos.
-¿Qué sustrato necesita este sistema de hidroponia?
-Acá no se necesita sustrato: solo granos, agua y energía, todo en ambiente controlado. Con esos granos se produce FVH y es un proceso totalmente trazable; con la posibilidad cierta de certificar orgánico. Se tarda 60 días máximo para poner en marcha el sistema; esto incluye instalación y capacitación.
-Suena ideal para regiones con suelos complicados. ¿Es así?
-No solamente, también es ideal para agilizar procesos en zonas de buen suelo y, sobre todo, para quien arrienda tierras, ya que puede disminuir muchísimo la superficie necesaria para producir alimento. El mecanismo de transformación del insumo básico, que es el grano cosechado hasta el producto final (FVH) que se brinda al animal, es un proceso rápido que elimina los pasos y contratiempos de un sistema convencional.
-¿El FVH es todo?
-El FVH en sí mismo no resuelve nada si no se lo aplica adecuadamente como parte de una dieta hiperproteica. Pero bien utilizado aporta muchas ventajas, siendo las principales la previsibilidad y la gran rentabilidad. Este método logra aumentar la sanidad y el bienestar animal, al tiempo que permite un monitoreo absoluto del proceso productivo, brindando garantía de resultados. Y todo con un manejo muy simple: las maquinarias son fáciles de manejar y reparar, y los animales responden muy bien.
Fuente: bichosdecampo.com
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