“Podemos hacer nuestros propios toros?”… Por Humberto Tríbulo
El uso de la tecnología en la ganadería y especialmente en el área de la biotecnología ha tenido gran importancia en el avance de la producción agropecuaria en los últimos años. Esta revolución tecnológica especialmente en temas relacionados a la reproducción animal ha beneficiado sin duda a la productividad potencial de los rodeos.
Dentro de estas nuevas tecnologías de reproducción animal la transferencia embrionaria (TE) con semen sexado macho, es la técnica indicada para reproducir los animales de alto valor genético y producir los toros.
La TE ha demostrado ser una gran herramienta para ayudar en la adaptación de animales de diferentes ambientes, cuando se utilizan embriones de vacas donantes provenientes de regiones distintas a las de los vientres receptores.
Durante los últimos años hemos desarrollado varios proyectos de producción de toros por TE en distintas razas y biotipos, que han permitido a productores de diferentes regiones contar con toros de alto nivel genético para mejorar significativamente la productividad de sus rodeos.
Las principales cabañas productoras de buena genética se encuentran dentro de la región húmeda o sub-húmeda de la Argentina y las áreas de producción de terneros se han ido desplazando, en los últimos años, a las regiones semiáridas y subtropicales principalmente por la competencia agrícola.
La región subtropical se ha convertido en una área de cría muy importante y demanda mejorar la calidad y peso al destete de sus terneros, mediante la introducción de toros que pueden producir eficientemente en este ambiente.
El desafío es producir bovinos que puedan adaptarse desde el útero de la madre sustituta (llamada receptora) al ambiente donde trabajarán cuando sean toros.
Lo primero es determinar el biotipo animal que deseamos dentro de la raza o el compuesto racial elegido y en función de ello seleccionar las vacas donantes de los ovocitos y el semen sexado macho de los toros para fertilizarlos.
Los embriones pueden ser producidos por el método tradicional in vivo (fecundación y desarrollo dentro de la vaca donante) o por el método de producción in vitro (fecundación y cultivo en el laboratorio).
Los embriones cuando tienen siete días se pueden congelar los in vivoy vitrificar los in vitro, para crio preservarlos y sembrarlos en las vacas receptoras que actuarán como “incubadoras biológicas” en la región donde trabajarán cuando los embriones se conviertan en toros.
Y los costos??? Son menores a la mitad de lo que vale un toro.
Dr. Humberto Tríbulo
Director del IRAC-BIOGEN