Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, lo llamó varias veces entre las 6 y las 6.30 de la mañana. Chiesa tenía el celular en silencio. Después de varios llamados, el ruralista finalmente atendió. Chiesa no acostumbra a apagar su teléfono celular cuando se va a dormir, sino que lo deja en silencio para responder ante una eventualidad que represente una gravedad. A esa hora, el llamado de Etchevehere parecía entrar en esa categoría. Primero con un Whatsapp y después directamente con un golpe de teléfono, Etchevehere, más cerca del filo de las 7, luego se contactó con Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro.
Así, entre llamados bien temprano y Whatsapp, un mes y medio después de que el presidente Mauricio Macri negara ante la Mesa de Enlace cualquier cambio en el cronograma de reducción de las retenciones, Etchevehere le llevó la novedad a los ruralistas: se congelan por seis meses, en el 23% actual, los derechos para el aceite y la harina de soja, en tanto que sigue la reducción gradual del 0,5% por mes para las retenciones al grano.
trabajando sobre el anuncio por las retenciones. A algunos ruralistas les quedó la sensación que todo, en realidad, se había decidido, en medio de las urgencias fiscales del Gobierno, en una esfera superior a la cartera de Agroindustria. De hecho, varias fuentes observaron que el llamado de Etchevehere haya sido en la misma mañana del anuncio y no a última hora del día anterior. En algún momento, los ruralistas comprendieron que el mensaje de equiparar las retenciones de los subproductos con el grano implicaba en el acto una suba para esos subproductos. Después la situación quedó aclarada con el anuncio de que representaba una suspensión de la baja de los derechos a los derivados del cultivo de soja.
«El sector no lo ve como un logro, porque en cualquier momento así se pueden modificar (también) las retenciones (al grano)», dijo Iannizzotto a LA NACION. Este ruralista consideró la medida como un «ajuste» y dijo que no había sido consensuada. Fustigó también el anuncio de que se reducirán los reintegros a las exportaciones.
Chiesa, de CRA, destacó que «no hay una restricción sobre la soja (por el grano)» con la medida y sí, en cambio, «un cambio de operación» en virtud de la suspensión de la baja para los subproductos.
«En febrero se equiparan (los derechos del grano, el aceite y la harina) y van a seguir bajando», apuntó el presidente de CRA. De todos modos, señaló que el anuncio tiene «una visión recaudatoria»
Un tema que desvela al ruralismo es lo que pueda ocurrir con la reducción de los reintegros. El ministro de Agroindustria pidió una lista con los productos que consideran clave en las entidades. Chiesa pasó una lista con lana, carne ovina, frutas patagónicas y vino. «Son los que más incidencia tienen sobre las economías regionales», afirmó el ruralista.
Mientras Etchevehere, según las fuentes consultadas, buscó mostrar la equiparación de las retenciones con la industria como un logro, a los exportadores les cayó mal.<
Etchevehere habló de la suspensión a la baja de retenciones para subproductos de la soja
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) anticipó que su sector le pedirá una audiencia al presidente Mauricio Macri. El objetivo: mostrarle al jefe de Estado que la medida afectará la capacidad exportadora, pero no redundará en mayores ingresos fiscales.
La Argentina es líder en la exportación de subproductos. El complejo soja comprende las exportaciones de harinas y pellets de la extracción de aceite de soja con ventas por 9082 millones de dólares, aceite de soja por 3726 millones de dólares y poroto de soja por 2732 millones de dólares.
Por la sequía, que ocasionó una pérdida de más de 20 millones de toneladas en la producción de soja, este año el país solo en harina y aceite de soja tendría una merma en divisas de US$5000.
Los exportadores calcularon que el Estado solo se ahorrará este año US$115 millones por suspender la baja de las retenciones a la harina y el aceite. Se trata de menos de un día de la liquidación diaria de divisas que realizan las cerealeras.