Joaquim Baucells, trabaja en el asesoramiento técnico y económico de explotaciones lecheras de entre 200 a 5000 animales en las áreas de nutrición, costos de producción, planificación y organización, gestión y expansión. Asesora en estos ámbitos a administración, empresas lecheras, industria farmacológica y de nutrición animal. Es además Profesor Asociado en el departamento de Patología Medica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Ponente en más de 300 cursos, en jornadas, congresos y seminarios nacionales e internacionales, en el ámbito de la formación continuada de ganaderos, estudiantes, técnicos y licenciados.
Nos cuenta en este artículo cuánto cuesta la mastitis en el hato lechero, así como el retorno de la inversión consecuente a un programa de vacunación con STARTVAC® en una explotación ganadera en particular.
Introducción:
Hay un gran consenso entre técnicos e investigadores en considerar la mastitis bovina una de las mayores causas de pérdidas económicas por enfermedad y, por ello, cuantificar sus pérdidas se traduce en una labor interesante y útil.
¿Qué cuesta la mastitis?
Existen muchas referencias generales en relación al costo económico de las mastitis. Por poner un ejemplo, en 2006, las pérdidas relacionadas por la mastitis a nivel global se estimaban en 2.000 millones de dólares o el equivalente al 7-8 % del valor de la producción lechera nacional. Si utilizáramos los mismos parámetros en España, únicamente el costo de esta enfermedad significaría unas pérdidas de entre 160-200 millones de euros.
Si trasladamos esta valoración sobre cada individuo, el costo referenciado por vaca y año, en el caso de España, equivaldría a una pérdida de entre 190 a 250 €/vaca/año que, efectivamente, desaparecen sin notarse del resultado de la cuenta de explotación. Imaginaros el contraste y la repercusión, cuando el beneficio medio, en un año favorable, difícilmente supera los 500 €/vaca.
¿Cómo calcular el costo en un hato?
La estimación y el cálculo económico del costo es complejo y se han asociado a multitud de variables que dependen de varios factores: la enfermedad (incidencia, prevalencia, severidad, efectos, etiología, patologías concurrentes, etc.), el propio animal (estado de lactancia, edad, nivel productivo), el entorno (identificación de los casos, protocolos de tratamiento y métodos de prevención, eliminación, manejo), los precios en un escenario determinado (valor de los distintos gastos, precio de la leche, penalizaciones y primas).
En nuestra opinión tantas variables son excesivas, farragosas, complejas y heterogéneas, favorecen duplicidades y errores que afectarían a la credibilidad e invalidarían el ejercicio en un uso fuera del ámbito práctico. Somos partidarios de que estos ejercicios, a nivel de campo, primen la simplicidad y claridad en base a que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.
Por ello efectuamos el cálculo del costo económico en base a 3 puntos:
- Gastos asociados a la terapia. Las pérdidas y gastos como consecuencia de una mastitis clínica, son los únicos que el ganadero verifica y, mayoritariamente, no es consciente que son sólo la punta del iceberg y una pequeña parte del costo real de la enfermedad.
- Pérdidas en incentivos de las primas de Calidad. En las últimas décadas la legislación y una parte de la industria láctea europea, se han distinguido por exigir e incentivar a los ganaderos a producir leche de alta calidad, penalizando y gratificando en base a rigurosos estándares (ausencia de antibióticos, baja bacteriología, ausencia de malos olores, bajas tasas de RCS…). En algunos casos la pérdida de calidad Premium puede representar el costo económico más relevante (21-40 %) por esta causa.
- Pérdidas de Producción por alto RCS. Es bien conocido y ampliamente documentado que los procesos inflamatorios y, por ello también las mastitis, están íntimamente correlacionados con una reducción de la funcionalidad del parénquima glandular de la ubre. Las pérdidas de producción están relacionadas con un incremento de RCS, con diferencias importantes si se trata de primeras lactaciones o vacas adultas.
Asumimos que quedan algunas variables más, generalmente menos relevantes económicamente y que no son evaluadas en nuestro ejercicio: eliminaciones, muertes, reposición, etc.
Análisis de Retorno de Inversión: ejemplo práctico
Para finalizar, presentamos un análisis práctico de una explotación de vacuno lechero de unas 850 vacas adultas de alta producción situada en el norte de España, en la que el ganadero nos planteó el reto de discernir si la inversión realizada en la aplicación de un programa de vacunación frente a la mastitis había sido rentable.
En diciembre de 2013 se inició un programa de vacunación de todo el efectivo adulto con la vacuna STARTVAC® de HIPRA. Dicha decisión no se tomó como medida terapéutica, que no era necesaria, sino como como acción de política de excelencia de la granja y consecución de mejores resultados técnicos y económicos en base a los argumentos planteados por los técnicos (organización de trabajo, menos casos de mastitis, menor gravedad de los casos, mayor calidad de leche, etc.).
La evolución de los resultados técnicos de la explotación en el año 2013 (sin STARTVAC®) y el 2014 ( con STARTVAC®) se reflejan en la siguiente tabla y gráficos:
Conclusiones:
- La inversión de la vacuna y su aplicación 12.900 € ha favorecido un menor costo de asociado a tratamiento por mastitis clínicas (14.199 €), una mayor valoración de la leche (39.075 €) y una reducción del RCS, que entendemos ha contribuido a mejorar la producción (11.269 €).
- Valoramos muy positivamente la reducción de un 20 % los casos de mastitis clínica que contribuye a mejoras difíciles de cuantificar pero evidentes en el ámbito de mejora de organización, tiempo, bienestar animal, eliminación, etc.
- El resultado neto después de la aplicación del plan vacunal con STARTVAC® ha resultado positivo, con un retorno de 60,2 €/vaca/ año. El año 2015, sin el incentivo de primas por calidad el resultado neto continuará positivo (14,4 €/vaca/año).
- El Retorno de la Inversión (ROI) obtenido después de la inversión se establece en el 500 %. En las explotaciones que no dispusieran de prima de calidad, el ROI sería inferior, pero netamente positivo 197 %.
- La recomendación es continuar con el programa vacunal establecido.