La producción mundial de trigo 2018/19 sufrió una de las mayores bajas interanuales de la historia reciente. Las considerables mermas en la cosecha de los principales países productores y exportadores impulsaron la suba de las cotizaciones en el mercado internacional.
Y la Argentina es el país que mejor posicionado quedó, ya que fue el único que no sufrió recortes en su producción. Muy por el contrario, llegó a un volumen récord que estimamos en 21 millones de toneladas, lo que le permitió tomar ventaja y capturar la firme demanda adicional de países que no pudieron ser abastecidos por los grandes exportadores.
El comercio mundial se vio resentido, al haber un ajuste del consumo de las naciones importadoras por efecto de la suba de precios. Las exportaciones globales vienen cayendo por tercer año consecutivo: en el ciclo 2016/17, el comercio llegó a 183,36 millones de toneladas, luego bajó a 181,22 millones en 2017/18. Y finalmente, la mayor caída se produjo en 2018/19 cuando se comercializaron 178,46 millones de toneladas.
Grandes caídas
Europa, Australia y Rusia, tres de los principales países productores y exportadores, tuvieron la mayor baja en la producción. En especial Australia, que vio muy afectado su saldo exportable.
En el caso de la Unión Europea (UE), la cosecha bajó a 137,6 millones de toneladas, 13,7 millones menos que en la campaña 2017/18 cuando fueron 151,26 millones: equivale a casi toda la producción australiana. Sin embargo, sus exportaciones no se vieron afectadas.
Sucede que la UE decidió sacrificar existencias finales de trigo, que bajaron de 14,12 millones en la temporada 2017/18 a 10,72 millones para el período actual. De esta manera pudo mantener y hasta aumentar la oferta exportable a sus principales clientes, mucho de ellos países con proximidad geográfica. En efecto, desde el viejo continente se exportarán este año un total de 24 millones de toneladas, contra 23,29 millones del ciclo pasado.
En ascenso
En este contexto, Argentina asciende un puesto en el ranking de exportadores, como consecuencia de la sequía de Australia que produjo una fuerte caída en su producción.
Con 63 millones de toneladas, Rusia es el primer exportador mundial de trigo, seguido por los Estados Unidos (25,72 millones), Canadá (24), Europa (24), Argentina (14) y Australia (10).
Cabe recordar que la nación de Oceanía es muy semejante a nuestro país en cuanto a su estructura de producción y exportación de trigo.
En la campaña 2018/19, la cosecha australiana bajó a 19,5 millones de toneladas: este indicador fue el factor suficiente para que sus exportaciones cayeran a un mínimo de 10 millones de toneladas.
La Argentina, en cambio, con un volumen recolectado de 21 millones de toneladas, tiene un saldo de 14 millones de toneladas para enviar al exterior.
Para la próxima siembra 2019/20, el gran desafío es desplazar definitivamente a Australia del quinto puesto como exportador mundial. En GuruMarket, nuestra primera estimación es de un volumen de producción récord de 25 millones de toneladas.
Campaña 2019/20
La combinación de altos rendimientos durante la última campaña y las ventas a un precio que se mantuvo en un piso de 200 dólares por tonelada durante mucho tiempo en el período de cosecha estimula el negocio a futuro del cereal. Ambos factores son el combustible ideal para impulsar al productor a un considerable aumento en la intención de siembra.
Nuestra proyección es que el aumento de superficie podría ser de 800 mil hectáreas, si las condiciones climáticas son ideales durante la precampaña y durante la siembra.
De esta forma, el total implantado podría llegar a siete millones de hectáreas que, con un rendimiento promedio de 37 quintales por hectárea, aportarían 25 millones de toneladas, con un saldo exportable de hasta 20 millones.