El ingeniero Marcelo Palese, del servicio técnico de Nidera, brinda una serie de recomendaciones para la fertilización y nutrición del cultivo.
Es sabido que la aplicación foliar de nitrógeno y potasio incrementa los rendimientos del cultivo de algodón e impacta especialmente en la carga de capullos. En respuesta a esto, el ingeniero Marcelo Palese, del servicio técnico de Nidera Nutrientes, brinda algunos consejos para aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece la línea Nutridor. Especialmente en zonas donde el cultivo se integra a rotaciones con otros cultivos de gruesa e incluso donde las superficies se trabajan bajo riego, lo que demanda propiedades extra para su adecuado aprovechamiento.
“Aunque el fósforo es también importante a la hora de la constitución de un adecuado anclaje de raíces”, el especialista de Nidera resalta que una correcta relación de mezcla sería 2-1-1 de nitrógeno, fósforo y potasio, respectivamente. “De cualquier modo, la posición de nitrógeno se podrá ajustar de acuerdo al ambiente, ya que en el desarrollo del cultivo se permitirá realizar aplicaciones en dos momentos de optimización”, señala.
Las fuentes comúnmente utilizadas para mezclas son DAP+urea+ClK. Los refuerzos de nitrógeno y potasio pueden ir en mezclas convencionales por suelo. “Habitualmente los aportes de nitrógeno a nivel foliar son con urea y en los casos de nitrógeno y potasio son con NO3K”, explica el técnico, para lo que sugiere la tecnología del Nutridor L y Nutridor K en la primera floración. “Si se usa urea foliar, el 30% es absorbido en una hora y el 70% es absorbido en 24 horas; mientras que el Nutridor L logra ingresar en aproximadamente 15 minutos el 50%”, agrega Palese. Y justamente lo importante en este sentido es tratar de reducir al máximo “los tiempos de ingreso de la fuente nitrogenada”, sobre todo en casos de altas temperaturas.
Diferente es la ductilidad del Nutridor K, un complemento nutricional con 22% de potasio soluble que promueve el mejoramiento del estado nutricional de los cultivos. “Este producto accede a las hojas del algodón fácilmente por su alta constante de estabilidad”, asegura el ingeniero. Su gran capital es el óptimo comportamiento en relación a la mejora de aguas “neutralizando cationes no deseables”.
Por otro lado, Palese recomienda el uso del fertilizante Azugran de Nidera, que aporta azufre y calcio al suelo, para contrarrestar el nivel de acidez al que suele ser muy sensible el cultivo de algodón. El uso de esta solución se vuelve clave ante análisis de suelo con pH menor a 5,8. “Este problema se manifiesta más en casos de desmonte sin contención de suelos, aun habiendo realizado siembra directa”, manifiesta, teniendo en cuenta además el impacto que tiene en superficies de baja estabilidad el sometimiento a altas temperaturas y a la concentración extrema de lluvias. Toda una serie de consejos que no pueden dejarse de lado si el objetivo es conseguir rindes satisfactorios que no se pueden alcanzar únicamente con la genética.
Fuente: Prensa Nidera