Mauricio Macri recibió este lunes en la Casa Rosada a los máximos referentes de la cadena triguera para analizar cuestiones técnicas vinculadas a la aprobación del trigo transgénico tolerante a sequía (HB4).
En el encuentro, que se mantuvo con total hermetismo, no hubo acuerdo entre los funcionarios, los empresarios y los representantes de las distintas asociaciones, cámaras y federaciones, según pudo saber LPO con diversas fuentes.
Por este motivo, si bien Macri y el secretario de Ciencia Lino Barañao se muestran a favor del evento tecnológico desarrollado por la firma Bioceres, se propuso pasar a un cuarto intermedio de 60 días para avanzar en consensos que permitan aprobarlo.
Es que el trigo transgénico presentado en diciembre pasado por Bioceres generó una gran polémica en el sector agropecuario e incluso una interna política entre los secretarios Luis Miguel Etchevehere (que está en contra) y Barañao.
Si bien nadie discute los avances en materia tecnológica que permiten aumentar la producción y la competitividad, las dudas en la cadena triguera están puestas en la reacción que puedan tener los compradores del cereal argentino.
Cabe mencionar que en la actualidad en Brasil rige «tolerancia cero» al trigo transgénico y el hecho de habilitar la comercialización de este producto podría hacer peligrar el principal destino de las exportaciones de nuestro país.
En la reunión de este lunes, Macri estuvo acompañado por Etchevehere, su mano derecha Santiago del Solar, el secretario de Agricultura Guillermo «Willy» Bernaudo, y el asesor presidencial Francisco «Pancho» Cabrera.
Por el lado de los privados, estuvieron el titular de FAIM Diego Cifarelli, el presidente de CIARA Gustavo Idígoras, el empresario Gustavo Grobocopatel, el gerente de Bioceres Federico Trucco, y el uno de los Acopiadores Fernando Rivara.
Las entidades rurales expresaron su rechazo al trigo transgénico. El vicepresidente de la Sociedad Rural (SRA) Carlos Vila Moret dijo que «avalamos los avances tecnológicos, pero ponemos reparos desde el punto de vista comercial».
«El trigo transgénico es un avance importante porque permitiría aumentar la producción en zonas marginales. Pero no hay que perder de vista la reacción que pueden tener los mercados a donde se destina esa producción», agregó Vila Moret.
En la misma línea se manifestó el presidente de Confederaciones Rurales (CRA) Dardo Chiesa: «No puede aprobarse algo que no se lo vendés a nadie», apuntó el dirigente en referencia al rechazo de Brasil al trigo transgénico.
El debate en torno al trigo transgénico seguirá en el centro de las miradas el próximo 5, 6 y 7 de junio en el marco del Primer Congreso Internacional de la Cadena de Trigo que se realizará en nuestro país y reunirá a los mayores referentes del sector.
Un dato no menor es que a mediados de febrero Macri encabezará una gira comercial con un grupo de importantes empresarios a India y Vietnam. Allí el Gobierno apuntará a aumentar las exportaciones de aceite de soja, granos y alimentos.
Esta iniciativa se da en medio de un proceso de primarización de las exportaciones del complejo sojero por la quita del diferencial arancelario que provocó, por ejemplo, que en diciembre los envíos de poroto crecieran 3.000% y la molienda en 2018 cayera 12%.
La primarización de las exportaciones sojeras genera que la capacidad ociosa proyectada para este año de la industria aceitera sea del 46% (la molienda en 2019 caería a apenas 35 millones de toneladas).
La quita de diferenciales arancelarios y de reintegros produjo también una caída significativa en los envíos al exterior de harina que actualmente paga más retenciones que el trigo por el nuevo esquema de derechos de exportación.
De todas formas, los empresarios que acompañarán a Macri a India y Vietnam remarcan que están centrados en la apertura de nuevos mercados para poder suplir el impacto que causaron estas medidas dispuestas en el segundo semestre del año pasado.
Macri con Ayala
Este lunes, también en su despacho de Casa Rosada, el Presidente recibió al secretario general de la UATRE Ramón Ayala, para analizar la situación de los trabajadores rurales y establecer una agenda de trabajo de cara al 2019.
«Vamos a continuar trabajando en las políticas que necesita el sector agropecuario pero, principalmente, para los trabajadores del campo», indicó Ayala, un sindicalista aliado al Gobierno que asumió la UATRE tras el fallecimiento de Gerónimo «Momo» Venegas.
«Da gusto que nos convoquen, escuchen propuestas y nos permitan ser parte de la confección de políticas para el sector», afirmó el sindicalista. «Velamos por los intereses del sector trabajador y gestionamos medidas que incentiven la producción», agregó.