“El campo siempre fue mixto y en los últimos 15 años aplicamos buenas prácticas agrícolas. Desde hace ocho, agregamos la ganadería a nuestros suelos privilegiados, clase 1 y 2, recriamos sobre avenas que van entre el maíz y la soja, y obtenemos 400 kg de carne/ha. Además, orientamos el feedlot a la cuota 481 y logramos los precios más altos del mercado”, dijo el Ing. Agr. Héctor Cuevas (en la foto superior), administrador de La Barrancosa, de Agro Abacus SA, un establecimiento ubicado en María Teresa, Santa Fe. Y planteó: “cada vez producíamos más, con buenos resultados económicos, pero no sabíamos si un planteo tan intensivo era sustentable. En 2016, decidimos resolverlo dentro del Sistema Chacras de Aapresid”.
La Barrancosa tiene 4.400 ha donde, además de las cosechas, hay 5.000 cabezas de bovinos entre propias y de capitalización. En los últimos años, con un equipo humano de 20 empleados, implementaron una serie de cambios para mejorar la eficiencia y productividad.
En la cría, avanzaron con el servicio de vaquillonas de 15-16 meses directamente con toros, sin inseminación, y alcanzaron el 93-94% de preñez en la categoría, gracias a la sanidad preventiva además de la buena alimentación. También desarrollaron la ya mencionada recría en campo agrícola, con suplementación de silo de maíz, que les permite llevar los animales de 190 kg a 300/330 kg, pastoreando con altas cargas, de 100 cab/ha, durante tres a cuatro días por parcela para evitar pisoteos excesivos; esta estrategia es acompañada con un plan sanitario que controla los parásitos gastrointestinales en forma efectiva. Finalmente, los novillos se terminan en el feedlot con 480 kg y se venden unos 3.000 por año para exportación.
“Con estos avances, conocer si estábamos preservando lo ambiental y lo social era estratégico, así como poder demostrar a los mercados la sustentabilidad de nuestros productos, mediante una herramienta seria y confiable. En base a esta demanda de La Barrancosa se creó la Chacra María Teresa”, señaló Cuevas.
¿Qué es el Sistema Chacras?
“Las chacra en sí no es un lugar físico sino un sistema de trabajo donde se articulan los conocimientos de especialistas del INTA, universidades y Aapresid para poder ofrecer una respuesta de calidad al productor, validando desde la ciencia el conocimiento empírico surgido de la experiencia de campo”, afirmó el Ing. Agr. Ezequiel Marteddú, Gerente Técnico de Desarrollo de la Chacra María Teresa, fundada con el apoyo de empresas y organizaciones del sector comprometidas con la sustentabilidad de los sistemas agrícola-ganaderos: Teknal, AgroAbacus, Rizobacter, Nitragin, Yara, Hijos de Daniel E. Young, Centro Agrotécnico Regional y Biogénesis Bagó.
Sobre esta base, se formó una mesa de expertos en diferentes disciplinas y se trazó un plan de trabajo a tres años. El primer paso fue generar una metodología para medir esa sustentabilidad a nivel de campo, ponerle un número y detectar cuáles eran las problemáticas para ir mejorando año a año. “Desarrollar la herramienta nos llevó tiempo, la idea era estimarla a través del relevamiento de ciertos indicadores, comparándolos con una línea de base”, explicó Marteddú, detallando que empezaron monitoreando el desempeño de los suelos, mediante el contenido de carbono orgánico, fósforo, nitrógeno total, actividad biológica, compactación y contaminación con fitosanitarios.
“Encontramos buenos resultados, sobre todo considerando que La Barrancosa venía trabajando desde hace años con prácticas intensivas, lo que nos permitía evaluar el efecto acumulado en el tiempo. Por ejemplo, los niveles de carbono orgánico eran altos comparados con la zona”, reveló el Gerente. Para este tipo de suelos el límite en el cual comienzan a degradarse es de 1,7% y La Barrancosa tiene entre 1,73 y 1,89%, según el uso. “Como punto a favor de la integración agrícola-ganadera, los suelos con pasturas y aquéllos donde se hace recría sobre verdeos presentan un contenido algo mayor, de 1,85%, que los puramente agrícolas”, subrayó.
Con la actividad biológica se vio algo similar: el límite, medido en biomasa de lombrices, es de 20 g/m2, y en el establecimiento se encontró, en promedio, 26 g/m2 en la zona agrícola, 21 en donde se hace recría sobre verdeos y 113 en las pasturas, lo cual destaca su efecto mejorador del suelo.
Otro resultado interesante es el nivel de compactación, un punto que siempre genera controversias en la ganadería. “Estamos por debajo de los límites críticos, lo máximo que hallamos en La Barrancosa fue de 2,6 Mpa/cm2, que se dio en pasturas viejas con uso intensivo, y en los que se hace recría y agricultura fue de entre 1,5 y 2 Mpa/cm2”, agregó.
En cuanto al agua subterránea, se evaluó la calidad instalando una red de freatímetros en la loma, media loma y bajos, midiendo contaminantes físicos, químicos y biológicos, especialmente relacionados con el feedlot y la carga de las pulverizadoras. “Los valores que descubrimos no son para nada negativos, creíamos que íbamos a toparnos con niveles muchos más altos. De cualquier modo, hicimos una propuesta de mejoras que ya se están implementando”, aseveró Marteddú. Entre ellas, se encuentran las camas biológicas en donde se carga la pulverizadora, la sistematización de movimientos de aguas en el feedlot para el manejo de efluentes y la disminución del uso de Atrazina, incorporando tecnologías de procesos junto a herbicidas alternativos para el control de malezas.
En resumen, desde el Sistema Chacras, que cuenta con una red de unidades en diferentes zonas, basadas en la dinámica de aprender produciendo, se está demostrando la sustentabilidad de un sistema mixto que avala una vuelta a la ganadería. “El proyecto finaliza en octubre y ahí van a estar disponibles los datos definitivos. Apuntamos a que esta metodología, que resulta sencilla y de fácil interpretación, pueda ser utilizada por otros productores que decidan medir sus propios sistemas y plantearse mejoras”, anticipó.
¿Certificación? “La Chacra María Teresa y Aapresid están haciendo un trabajo conjunto para el desarrollo de un protocolo de Ganadería Certificada, que ya dio sus primeros pasos y se profundizará en los próximos meses”, finalizó Marteddú.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein
Fuente: Valor Carne