El sector yerbatero -localizado en las provincias de Misiones y norte de Corrientes- cerró el 2018 registrando récords históricos en consumo interno y exportaciones, según informó la Secretaría de Agroindustria de la Nación.
El dato es importante porque se produce después de muchos años en donde las constantes crisis y pujas entre los distintos eslabones del sector hicieron del negocio un rubro poco atractivo para las inversiones a mediano y largo plazo.
El año pasado las ventas de yerba mate en el mercado local alcanzaron su mayor nivel histórico con un total de 261, 9 millones de kilos. Se trata de 2 millones de kilos más respecto a 2017 y el mayor registro desde el año 2002.
En tanto, según datos oficiales, los envíos al exterior de yerba mate superaron el año pasado los 43 millones de kilos, una cifra 38,6% superior a la alcanzada en 2017 cuando se exportaron un total de 31,017 millones de kilos.
«Estos indicadores fueron el resultado del esfuerzo asumido por toda la cadena yerbatera, combinado con el apoyo del Instituto de la Yerba Mate (INMYM) y la confianza de los consumidores», remarcaron en Agroindustria.
El aumento de las exportaciones de yerba se explica por la recuperación de la demanda de Siria donde -al menos por ahora- no pareciera haber un recrudecimiento de los constantes conflictos bélicos que afectan el consumo de mate.
Pero también, el informe de la Secretaría que conduce Luis Miguel Etchevehere, remarca la consolidación de Chile como segundo destino de las exportaciones y la creciente participación de Estados Unidos y la Unión Europea.
En países como Líbano, Francia, España, Alemania, Israel, Turquía y Canadá, entre otros, se están consolidando comunidades de materos explicados por el consumo de los argentinos que viven allí que trasladan este hábito a otras personas.
En noviembre pasado, en medio del G-20, LPO contó que en el Gobierno trabajan en una estrategia para posicionar al mate en el mundo como una «marca argentina» y cortar la dependencia de Siria donde se destina el 70% de los envíos.
En cuanto a la cosecha, un informe estadístico del INYM, indicó que en 2018 ingresaron a los secaderos unos 809 millones de kilos de hoja verde luego de la muy mala producción del 2017 ocasionada por factores climáticos.
Las declaraciones juradas de las empresas destacan que los paquetes de medio kilo de yerba representan un 59% de las ventas en el mercado interno, seguido por los de un kilo con el 34,3% de participación y los envases de dos kilos con el 2,1%.
Cabe mencionar que en septiembre pasado se determinó, hasta marzo de 2019, un precio mínimo de 8.400 pesos por tonelada para la hoja verde de yerba mate puesta en secadero y de 31.900 pesos por tonelada para la yerba mate canchada.
En el caso de la hoja verde entregada por el productor la cifra representó un ajuste del 33,3% respecto de los valores fijados un año atrás, al tiempo que en el caso de la yerba canchada elaborada por molinos el incremento fue del 36,9%.