La Comisión Europea propuso restablecer «aranceles antisubsidios» a las importaciones de biodiésel argentino, según consignó ayer Reuters.
De ahora en más la Argentina tiene un plazo de 10 días para realizar un descargo, y mientras tanto la UE debe recibir el visto bueno de los estados miembros para avanzar en la imposición de nuevos aranceles.
El plan se conoce después que se concretara una investigación solicitada por productores de la UE a los combustibles fabricados con aceites vegetales provenientes de la Argentina.
Los agricultores europeos detallaron que se vieron gravemente afectados por las importaciones desde que el bloque eliminó los aranceles el año pasado en respuesta a una decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Mientras tanto en la industria argentina se encendieron las luces de alarma porque el mercado norteamericano continúa cerrado y hoy Europa absorbe prácticamente todos los envíos locales que suman anualmente alrededor de u$s1.400 millones.
Así es que en los próximos días las empresas argentinas realizarán la presentación oficial para que la Comisión Europea revea la medida y confían en el peso que representa el último fallo de la OMC.
Lo cierto es que esta jugada por parte de la UE se podía adivinar, en septiembre pasado la Comisión Europea decidió no restablecer los aranceles provisionales de importación para el biodiésel argentino, aunque en el aquel momento advirtió que consideraba que las importaciones estaban subsidiadas y eran una amenaza para la industria del bloque y señalaron que necesitaban recopilar más información.
«Sobre la base de las conclusiones alcanzadas por la Comisión (…) se debe imponer un arancel compensatorio definitivo para evitar la materialización de la inminente amenaza de daño material a la industria de la Unión por las importaciones subsidiadas», dijo ahora la Comisión en su propuesta.
Los aranceles propuestos oscilan entre el 25% y el 33,4% dependiendo de las compañías.
