En el marco de la entrega de los premios Testimonio Clarín Rural, el ingeniero Marcelo Catalá, galardonado por su aporte a laInnovación en Tambo, se refirió al duro momento que atraviesa la actividad lechera, y cómo la robotización puede ayudar a aliviar la carga de trabajo.
«Quiero agradecer muy especialmente a todos aquellos productores que en algún momento confiaron en sus propios proyectos y, por supuesto, para hacer eso me tuvieron que dispensar su confianza», manifestó Catalá.
«Como ustedes saben bien, la producción lechera es un sistema productivo muy complejo y, sobre todo, sacrificado. Me gustaría que se empiecen a dar las condiciones de precio, previsibilidad, transparencia en la cadena y demás como para que todos los productores puedan tener la alternativa de adquirir tecnología y con eso tratar de hacer un poco menos sacrificado este tipo de producción», agregó.
«Últimamente estamos desarrollando la robótica en los tambos. Para mucha gente que no está en el tema, va a pensar que eso significa que en realidad se van a desertificar los tambos, pero la experiencia en el mundo indica que la robótica lo que está consiguiendo es que los tambos sigan funcionando, que las nuevas generaciones sigan quedándose en el campo, con una herramienta que permitiría hacer más llevadero este sistema productivo», completó.
Catalá es egresado de la Facultad de Agronomía de la UBA. Entre sus logros se puede mencionar la gerencia comercial de Meriel y de Nu Pulse en Nueva Zelanda. También se desempeñó como Gerente Regional de Ventas en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, y como Gerente de Customer Solutions en Nueva Zelanda.
Actualmente es Gerente de Grandes Proyectos en DeLaval, empresa con la que realizó instalaciones para el bienestar animal en Panamá, automatización en sistemas productivos en Rafaela, Santa Fe, y robotización de sistemas productivos en Buenos Aires. Fue quien logró la primera instalación robótica pastoril de Argentina y la primera instalación robótica estabulada de Argentina.