Giménez Zapiola asegura que el uso de las banderas es una excelente herramienta para manejar la hacienda.
El Dr. Marcos Giménez Zapiola es un referente en tema de manejo de hacienda. Es Sociólogo y empresario agropecuario especializado en Buenas Prácticas de Manejo del Ganado (BPM) y Bienestar Animal. Trabaja en difusión y capacitación y ha realizado más de 400 presentaciones sobre estos temas en la Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile. Colombia, Ecuador y Brasil. Luego de una demostración con corrales de Farmquip, Super CAMPO dialogó con Giménez Zapiola para conocer los errores más frecuentes en el manejo de los animales a campo, y las medidas pueden impactar rápidamente en los números, si se las toma.
-Super CAMPO: ¿Cuáles son los cuellos de botella en lo que se refiere a bienestar animal?
-Marcos Giménez Zapiola: El punto crítico es el manejo en el toril. Lo que se hace muchas veces, en parte por deficiencia de las instalaciones, aunque no es excluyente este tema, es que se trabaja con la idea de que si el toril no está a tope, uno es un chambón. Y ese error diría que es la madre del odio que los vacunos le tienen a los corrales, porque sufren muchísimo en el toril y cuando llegan a la manga siguen sufriendo. Luego vemos que la gente dice “pobre, el animal sufre porque no le gustan las inyecciones”, pero en realidad al vacuno las inyecciones le duelen mucho menos que a los humanos. Sin embargo, lo que a ellos si les duele si ninguna duda, es todo el maltrato que ejercimos sobre ellos involuntariamente ahí, y en especial en la sobrecarga del toril y en el vaciado del toril. Ese es el punto crítico número uno.
-SC: ¿Es cuestión de manejo?
-MGZ: Si si..acá en nada interfiere que las instalaciones sean curvas o
rectas, por ejemplo. La fuente de esta recomendación es Temple Grandin.
Ella lo dijo de una manera con la cual me identifico: “Hay que llenar el toril a medias, o a lo sumo a dos tercios de su capacidad”. Además, aconsejó recortar cada lote de en grupos más chicos para un mejor manejo, y ambas recomendaciones son muy buenas.
-SC: ¿Cuántos animales son convenientes por grupo?
-MGZ: Mire, la medida la da la manga. Si uno tiene una manga de 5
animales uno necesita trabajar con 5 animales en el toril. A mi me gusta
trabajar en el toril con 2, o a lo sumo 3 mangadas, de modo que la
primera se cargue rápidamente y queden dos en espera y tengan espacio.
La espera que van a tener en el toril será de unos 5 minutos
aproximadamente. Si uno carga 7 mangadas en el toril los últimos
animales esperan mucho. Normalmente estarán enojadísimos y los que
queden para lo último serán los mas ariscos y violentos.
-SC: ¿Y le hacen daño también?
-MGZ: Exacto. Por ejemplo si uno está haciendo inseminación a tiempo
fijo, lo último que hay que hacer es tener a las vacas mucho tiempo
encerradas. Si se trabaja con toros es fundamental no hacerlo en el
toril, porque el toro es, por lo general, muy personalista. Y si hay
otro toro con el que no se lleva bien van a terminar rompiendo algo o
peleando inneesariamente.
-SC: ¿Qué implica su consejo de “trabajar al paso”?
-MGZ: Es de José Hernández, del Martín Fierro. Y junto con las dos de Temple Grandin
conforman el ABC del buen trato animal. Esta implica no trabajar
apurado. El ganado es muy sensible a que lo apuremos y lo saquemos de su
paso. Esa reacción de alboroto rápidamente se generaliza. Esto se ve
claramente en los embarques, cuando hay un animal complicado y si no se
controla, el nerviosismo entre los animales se va generalizando.
INSTALACIONES. El rol de las instalaciones En los últimos años los productores comienzan a invertir en instalaciones modernas que contemplan el bienestar. Corrales redondeados, con una circulación práctica y sencilla para que los animales no se pongan nerviosos y sea más armonioso el trabajo en general.
-SC: ¿Se pueden ver diferencias de acuerdo al tipo de instalaciones que se utilizan?
-MGZ: No es que las instalaciones curvas son mejores y las rectas
peores. Mucho tiene que ver con el diseño. La gente a veces cree que con
ponerle curvas ya trabajan solas. La curva debe estar puesta de manera
que facilite el movimiento espontáneo del vacuno. Y las instalaciones
rectas también pueden ser muy buenas. Lo que sucede es que las rectas,
en general, son más antiguas y con corrales enormes. Ahí pueden entran
300 hembras con terneros y eso es muy complicado para manejar. Ahi hay
que volver a lo de Temple Grandin, de reducir los grupos de animales.
BANDERAS. Giménez Zapiola indica que la mayoría de las cosas que hace las descubrió alguien antes que él, y que incluso muchas son recomendaciones desde el sentido común. Según su mirada “El único merito que tengo es haberlas reunido en un formato inteligible para cualquier peón o ganadero. Son ideas que se vinculan directamente con su experiencia”, dijo.
-SC: ¿Para qué las banderas?
-MGZ: Las banderas vienen de la época en que ingresa el ganado índico a
Corrientes. Algunas compañías inglesas descubrieron que si trabajaban al
cebú de igual manera que al Shortorn o al Hereford
que tenían antes resultaba un desastre. Entonces hicieron 3 cosas: 1)
sacaron los perros de los corrales; 2) bajaron los peones de los
caballos en los corrales y 3) empezaron a trabajar desde afuera de los
toriles con algunas banderas. No eran las banderas como las que uso yo.
Me he convertido en una especie de teórico de la bandera porque veo que
funciona. La bandera mueve el ganado. Lo importante es poder hacerlo
hacer lo que necesitamos.
-SC: ¿Por qué el vacuno responde al uso de la bandera?
-MGZ: El animal quiere mantener cierta distancia y cuando nosotros
aumentamos de tamaño conseguimos que se aleje sin necesidad de
acercarnos. Nos convertimos en algo más dominante sin necesidad de sacar
la mano del bolsillo. Luego nos permite guiarlo de manera que no
encuentro otras herramientas que funcionen tan bien.
Por María Lorena Rodríguez para Super CAMPO.