Todos los márgenes fueron expresados en moneda constante (pesos de mayo de 2019) y se utilizó el IPIM (INDEC) para realizar el ajuste, empalmado con el IPC Congreso para aquellos períodos en los que se consideró que la información del INDEC no era confiable.
Según el estudio, la cría y el ciclo completo presentan curvas de evolución similar, superponiéndose en varios períodos. Los resultados vienen en descenso desde 2016 y hoy están un 41% por debajo de los de junio de 2011. “Desde abril de este año se evidencia una leve recuperación que no es suficiente para compensar aumentos de costos, devaluaciones y alta inflación”, advierte el estudio.
Por el lado de la invernada, los patrones son más definidos, con picos en la primera mitad del año y caídas en la segunda, coincidentes con la estacionalidad en los precios de compra del ternero.
“La caída en el segundo semestre de los dos últimos años no fue tan abrupta (comportamiento similar al 2013) ya que, al moderarse la fase de retención, la brecha entre ternero y novillo se redujo”, asegura el informe.
En tanto, en 2018 el comportamiento estacional fue más errático, con varios picos alternados con caídas en los márgenes, “consecuencia sin dudas de las alteraciones macroeconómicas”.
En 2019, la evolución es algo más típica, “aunque los resultados sean solo mediocres”, subraya el trabajo.
Panorama del trimestre
En cuanto a la evolución de los últimos meses, el informe destaca que los márgenes de la cría “se recuperaron levemente” por la mejora del precio del ternero al declinar la zafra. Sin embargo, esta situación aumentó el costo de los sistemas de invernada y feedlot, afectados además por la suba del maíz.
En ese sentido, detalla que “tras la nueva suba del dólar ocurrida durante el mes de agosto (+25% aproximadamente), y a pesar del congelamiento de algunos precios como tarifas y combustibles, el traslado a precios resultó inevitable (4% el IPC de agosto y 11% el IPIM)”.
En ese contexto, los precios del gordo amagaron copiar la suba del dólar aunque retrocedieron luego de un par de semanas “ya que la demanda no convalidó estos aumentos”. Así, “el novillo se estabilizó en 1,10/1,20 USD/kg vivo lo que es muy bueno para la exportación y escaso para el productor primario”, sostiene.
Si bien este informe se cierra con precios promedio de agosto, “continúan registrándose reacomodamientos tanto en productos como en insumos”, aclara.
Como es habitual, Valor Carne graficó los márgenes brutos en $/hectárea de distintos modelos de cría, recría e invernada y los comparó con los obtenidos tres meses antes.
Allí se ven las mejoras en los márgenes de la cría, las leves subas para el ciclo completo (a excepción de Chaco) y el deterioro en los principales esquemas de invernada.