La zootecnia moderna ha hecho posible proveer de proteína animal de calidad, y a buen precio, a buena parte de la población mundial. El reto continúa y se hace cada vez más patente en zonas de Asia y Sudamérica que van mejorando sus niveles de renta.
El uso de antibióticos es el medio más efectivo para controlar y evitar muchas epizootias y zoonosis, pero su uso generalizado ha llevado a que las enfermedades se hagan más resistentes, los antibióticos menos efectivos, y que la población pueda verse afectada por bacterias resistentes a los antibióticos.
El Consejo Asesor Presidencial para Combatir la Resistencia a los Antibióticos de las Bacterias de los Estados Unidos ha declarado que “ahora es el momento oportuno para fomentar el desarrollo de planteamientos novedosos que reduzcan la necesidad del uso de antibióticos en alimentación animal, así como de hacer usos terapéuticos más estratégicos y efectivos”.
Así, la Administración de Alimentación y Medicamentos (FDA) de EEUU, como agencia responsable de regular los alimentos, medicamentos y productos biológicos, ha aprobado una normativa que prohíbe el uso de antibióticos con el objetivo de aumentar la producción, e insta que el uso de los antibióticos con finalidad terapéutica se haga bajo la supervisión de los veterinarios.
Esta normativa va a tener un impacto directo en la industria de la carne de EEUU que produce el 13,4% de toda la carne del mundo. Un sector con una demanda interna y externa creciente.
GRAN DESCENSO DEL USO DE ANTIBIÓTICOS DESDE 2015
En el periodo 2015-2017 el volumen vendido de medicamentos antibióticos cayó en un 43%, mientras que el volumen de medicamentos no antibióticos sólo lo hacían en un 9%. En cuanto al valor de dichos medicamentos, la cifra de ventas de antibióticos en ese mismo periodo cayó un 30%. En dicho periodo la producción de leche y carne no disminuyó, sino que se mantuvo sumando un 2% anual para la carne y un 1,2% anual para la leche.
La tendencia a un menor uso de antibióticos en la producción ganadera se apoya en la demanda de los consumidores por disponer de productos alimenticios con menos antibióticos. Esta demanda no es nueva, pero va tomando cuerpo, poco a poco y, por ejemplo, en 2017 se ha concretado en que el 44% de la carne de pollo en EEUU se ha producido sin antibióticos.
Desde la Administración señalan que este descenso de antibióticos es posible gracias a las modernas prácticas zootécnicas, basadas en bioseguridad y otros procesos colaterales que reducen el riesgo de transmisión de enfermedades.