Un grupo de científicos de la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Argentina investigan un proceso revolucionario para producir enzimas para nutrición animal a partir de plantasautóctonas en forma de enzimas. Su objetivo es que algún día también pueda resolver problemas nutricionales en seres humanos.
Las enzimas son moléculas orgánicas que actúan como aceleradores de reacciones químicas que generalmente tienen la forma de proteínas. “Exploramos nuevas fuentes de enzimas que significarían un aporte notable en el campo de la investigación de la alimentación animal. Estos aditivos los obtenemos a partir de plantas autóctonas que actualmente no tienen uso, y que tienen un menor costo que otros existentes en el mercado”, explica el doctor Daniel Sánchez, investigador de la UNS.
Esta facultad de aceleración se utiliza ya en industrias como la farmacéutica, la cosmética, la producción de combustibles y lubricantes, el tratamiento de aguas residuales, entre otros. Por otro lado, también se producen aditivos alimentarios enzimáticos, que se adicionan junto al alimento balanceado que se les suministra a los pollos, cerdos y otros animales con el objetivo de favorecer una mejor nutrición, mejorar la ganancia de peso y la calidad de la carne.
“Estudiamos básicamente lipasas y proteasas, que en el campo de la alimentación se usan para reducir problemas digestivos y en la nutrición animal, principalmente, reducen el consumo de alimento y el tiempo que están en granja, lo que significa reducir los gastos para el productor”, explica Sánchez. Esta producción se lleva a cabo en líquido, en polvo y en diferentes presentaciones para diversas aplicaciones. Actualmente, los científicos cuentan con asesoramiento para convertir este desarrollo en una empresa de base tecnológica.
La producción local de enzimas que proponen se diferencia ampliamente de las existentes en el mundo porque en este proyecto se emplea la capacidad natural de algunas plantas para producir altos niveles de estas proteínas. La forma tradicional de obtener enzimas con aplicaciones industriales es a través de microorganismos modificados genéticamente, en grandes tanques de fermentación y con complejas técnicas de separación. “Estos procesos hacen que las enzimas tengan costos elevados, limitando así su implementación en muchas áreas”, explica el investigador.