El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ha solicitado a los países de América y el Caribe reforzar los controles salud animal y fortalecer los servicios veterinarios públicos y privados para evitar la reaparición de la peste porcina africana (PPA) en el continente americano.
“Controles reforzados en fronteras, manejo de desperdicios alimentarios de aviones y barcos, atención redoblada a los signos clínicos de porcinos en las granjas para eventuales reportes a los servicios oficiales de sanidad e incremento de las medidas de bioseguridad, constituyen factores clave para evitar una potencial diseminación”, indicó el IICA, organismo del Sistema Interamericano especializado en desarrollo agropecuario y rural.
“Los efectos negativos de la enfermedad se incrementan ya que el sacrificio de animales es la medida recomendada para tratar de contenerla en caso de su llegada”, explica Robert Ahern, líder del Programa en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad y Calidad de Alimentos (SAIA) del IICA.
LA PPA NO CONOCE DE FRONTERAS
En la República Popular China más de un millón de cerdos han sido sacrificados desde que en agosto del año pasado fue detectado el primer brote de PPA, una enfermedad altamente infecciosa para los animales e inofensiva para las personas para la que no existe una vacuna efectiva y que se ha expandido a países como Vietnam, Corea del Norte, Corea del Sur, Mongolia y Camboya.
La peste porcina africana no está presente en las Américas desde hace casi 40 años. Fue detectada en Cuba en 1971 y 1980, en Brasil y República Dominicana en 1978, y en Haití en 1979. Sus efectos fueron devastadores y generaron grandes pérdidas.
El líder del programa de SAIA del IICA apuntó también que “el movimiento de mercancías, especialmente de carne y productos con carne de cerdo, y pasajeros entre Europa y Asia, en particular China, y las Américas constituye un aspecto clave para la potencial reintroducción de la enfermedad en el continente”.
Para continuar reforzando la vigilancia sanitaria en las Américas e impedir la reaparición de la enfermedad en el continente, el IICA viene realizando trabajos de fortalecimiento de capacidades para enfrentar el tema, coordinando sus labores con la OIE, la Organización Mundial de Sanidad Animal, y los servicios oficiales de sanidad del continente americano.
Además de desarrollar medidas preventivas como el fortalecimiento de programas de vigilancia y técnicas de recolección de muestras, particularmente con respecto a su preparación y envío a los Estados Unidos, y desarrollo de capacidades de respuesta ante emergencias.
“Es fundamental el trabajo colaborativo entre servicios veterinarios oficiales y privados, así como la comunicación transparente con los productores. La situación es oportuna para fortalecer la normatividad y revisar los programas sanitarios del sector porcino, estar atentos a la vigilancia, contar con planes de contingencia y un sistema ágil de respuesta a emergencias”, indicó el Director General del IICA, Manuel Otero.