Más de 1 millón de cerdos han sido eliminados en China desde que estalló la epidemia de fiebre porcina en agosto de 2018 y hasta el 21 de abril de 2019, según la FAO. Además se estima que el gigante asiático reduciría en más de 30% su ganadería porcina (unas 150 o 160 millones de cabezas) este año.
El resultado es que por primera vez en 20 años la producción mundial de carne cae en 2019 (un 0,2% menos; es decir unas 337 millones de toneladas). Esto indica la magnitud de lo ocurrido en la República Popular, en comparación con el aumento de 45% en la producción global a partir de 2000.
El auge de la producción cárnica global fue un subproducto del alza de los ingresos reales de la población asiática, guiada la nueva clase media china de 440 millones de personas con niveles de ingresos comparables a los norteamericanos (entre U$S 35.000 y U$S 45.000 anuales).
El auge de los ingresos asiáticos se reveló en el vuelco masivo de su población al consumo de proteínas cárnicas que modificó el mapa agroalimentario global, y colocó el eje de la producción en el hemisferio americano (sobre todo en Estados Unidos, Brasil y la Argentina).
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) prevé una perdida adicional de 134 millones de cerdos en China en el segundo semestre de 2019, que equivale a más de 30% de la producción de la industria cárnica norteamericana.
FAO advierte que las importaciones cárnicas aumentaran 20% o más en China en 2019, lo que implicaría un alza significativa de las exportaciones de carne de Brasil, EE.UU. y la Argentina, en tanto Australia, Nueva Zelanda y Uruguay las verían disminuidas por las limitaciones de su oferta.
En Australia, que es el único competidor de la Argentina en la franja de la carne vacuna de alta calidad y elevados precios, la producción de carne disminuye como consecuencia de la “sequía catastrófica” que experimenta la isla – continente por tercer año consecutivo.
El comercio mundial de carne de cerdo se expandiría más de 8% en 2019 (unas 9,1 millones de toneladas); y se incrementaría 4,5% (13,8 millones de toneladas) en la carne bovina; a su vez, la producción global de carne vacuna superaría este año los 72 millones de toneladas (un aumento del 0,7% anual). FAO espera que Brasil, EE.UU y la Argentina respondan a la expansión de la demanda mundial.
La producción de carne vacuna en China habría alcanzado su límite estructural con los 6,5 millones de toneladas actuales (un crecimiento del 1,5% anual), mientras que caería más de 5% la producción australiana.
Las importaciones cárnicas de China se incrementarían en 2,3 millones de toneladas (15%), que equivalen a un quinto del comercio global de carne vacuna. El resultado sería que las ventas externas brasileñas se elevarían más de 10%, en tanto las provenientes de la Argentina experimentarían un auge de más de 20%, el mayor incremento del sistema global este año.
El cálculo del Ministerio de Agricultura chino es que el stock porcino ya ha declinado 18,8%, y las crías (lechones) han disminuido 2% anual, con “cerdas madres” que han desaparecido en más de 100 millones en este periodo.
Así se manifiesta el hecho central de la industria agroalimentaria mundial en 2019.
Fuente: clarin