Las exportaciones de carne vacuna a China parecen no tener techo. El país asiático se lleva todas las vacas que se le ofrecen y en las últimas semanas también demandó cortes de novillo, para hacer frente el déficit de carne de cerdo que produjo la peste porcina. Así, en abril, China importó de la Argentina 27.000 toneladas peso producto vs. 12.000 t de 15 meses atrás. «China ya estaba afectada por un faltante estructural de carne vacuna, a lo que se agregó el déficit de proteínas producido por la peste porcina, de la cual siguen apareciendo brotes», explica Ignacio Iriarte, director de Informe Ganadero.
Además, hay riesgo de avance de esta enfermedad en otros países: en nueve meses ya se difundió por Hong Kong, Vietnam, Corea, Camboya y Mongolia, y está golpeando la puerta de Europa, con recientes brotes en Polonia y en Europa del Este. Esta afección ya está instalada en 56 países de tres continentes y sigue avanzando.
En China se espera un recorte de un tercio de su producción de carne porcina para el mediano plazo: alrededor de 12 a 15 millones de toneladas, lo que produciría un desequilibrio inédito entre oferta y demanda. «Ante la disminución de la producción de carne porcina en China, a principios de junio muchos importadores de ese país se apresuraron a cerrar negocios de carne vacuna desde la Argentina, con un aumento de los precios FOB del orden del 20 al 30% respecto de un año atrás», dice Iriarte.
El faltante de proteína en Oriente le genera a la Argentina oportunidades extraordinarias para exportar carne porcina y vacuna. La pregunta obligada es si nuestro país dispone de los animales necesarios para abastecerlas. Hasta ahora la única categoría que muestra aumentos en la faena es la de vacas, con un 29% de incremento en mayo respecto del año pasado. En cambio, las últimas cifras muestran una menor disponibilidad de terneros y de novillos.
Fuente: lanacion