Ya hablamos de la posibilidad a China y de lo importante que es dicho mercado, pero es necesario tener una breve reflexión de lo que pasará en el corto plazo hasta fin de año. Solo 3 plantas han sido aprobadas, pero hasta llegar hasta la primera exportación, por los trámites que hay que realizar en el SENASA y la confirmación final de los propios chinos, pueden pasar hasta 60 días. Eso es una realidad en sí, más que cualquier especulación.
Pero como todo está trastocado y cada uno entiende su juego o el juego que más le conviene, hay una lluvia de declaraciones de frigoríficos que aseguran que la semana que viene o la otra a más tardar, el SENASA le hará una visita y los habilitará para exportar (Esto sumado a un importante funcionario regional del organismo que asegura en los medios que esto es así).
Gran parte de dichos frigoríficos no podría pasar la menor auditoría y de realizarse cuestionaría que tengan habilitación del propio SENASA. (En comparación con la venta de un auto usado: flojitos de papeles).
Los productores vieron por todos los medios el “excelente negocio” que es venderle a China y todos se quieren subir. Hasta muchos industriales creen que la exportación será tan grande que se quedaran sin animales y empezaron una carrera de precios con final incierto.
El año pasado las exportaciones representaron tan solo el 3% de la producción local y este año, si todo se diera perfecto, podría llegar al 4.5% o sea que el 95.5% de la producción se destinará al mercado local, el mismo en el que la gente no tiene plata para comprar y que cambió la costumbre de comprar 1 kg. de carne por la de comprar $50 o $70 de lo que sea. ¿La subida de precios del capón la avalará el consumidor? En situaciones normales, NO.
Pensar que lo que vemos como importante y grande son globos amarillos, nos puede recordar que no solo pueden perder aire, sino se pueden pinchar.
Sus Scofra / Especial para Todocerdos