Por José Luis Aiello y Marcelo Matías Gil – asesores en meteorología de la BCR
La Normalidad Como Límite: Monitoreo de Indicadores.
A pesar que la zona del Pacífico Ecuatorial central experimentó en el último período un ligero calentamiento, el indicador de escala global ENSO (Niño/Niña/Neutral) continúa neutralizado y con altas chances de continuar bajo esta modalidad lo que resta de la campaña.
En este contexto de Neutralidad, cobran alto protagonismo los efectos regionales, como por ejemplo, el calentamiento de las aguas del Atlántico frente a las costas del sur de Brasil, el cual transporta e inyecta humedad hasta latitudes de la región pampeana. Este mecanismo aún no está definido y activo con eficiencia y claridad; sin embargo, durante la segunda parte de noviembre y en esta primera parte de diciembre, es notoria la anomalía positiva de la temperatura del mar en la mencionada región.
A diferencia del año anterior, la actual campaña comienza a caracterizarse por la escasez de eventos pluviales destacados, tanto en monto como en frecuencia, y altas temperaturas que impactan de manera negativa en la primera parte del desarrollo del cultivo.
Localidades testigos
Para describir
el ajuste en la oferta de agua y el rigor del comportamiento térmico
mostramos estas variables en lo que va de diciembre para solo algunas
localidades testigos de la mayor área productiva de nuestro país (región
núcleo), como así también para localidades dentro de zonas altamente
tributarias como por el ejemplo el NEA y/o el sur pampeano.
Tanto las localidades que pertenecen a la zona núcleo como las tributarias evidencian la falta de oferta de precipitaciones y la escalada de las temperaturas, principalmente los valores máximos. Este último punto es importante de destacar debido a la elevada demanda de agua de suelo que produce, ayudado por alta radiación solar de las últimas jornadas. Vale recordar en este punto que la salida del invierno y en los que va de la primavera 2019, a comparación del año anterior, tiene un comportamiento deficitario en términos de acumulados de lluvias. Específicamente, la campaña anterior para los primeros días de diciembre encontraba a Junín, Venado Tuerto y Laboulaye con 53 mm, 60 mm y 66 mm respectivamente mientras que en Tandil se reportaban 30 mm, Pcia. Roque Sáenz Peña 35 mm y Gral Pico 90 mm. En el actual diciembre, la escala de lluvias apenas alcanza los 10 mm.
Así, con una salida de invierno muy dificultosa y de cara al inicio del trimestre cálido, la primavera no logró revertir la huella hídrica deficitaria.
Fin de la Primavera
A
pocos días del inicio del verano consultamos la salida del modelo
producido por The National Centers for Enviromental Prediction –
GrADS/Cola, el cual nos indica las probables precipitaciones para la
semana del 13 al 21 de diciembre y la primera semana del período
estival, del 21 al 29 de diciembre.
Claramente para nuestro país las lluvias con los mayores acumulados continúan privilegiando la región Este, región del Litoral focalizado en Corrientes y norte de Entre Ríos. Luego el norte de Santa Fe y sur de la Región del NEA también encuadran dentro de la zona con mayores chances de buena oferta de lluvias. Por el contrario, gran parte del centro y oeste de la franja central, al igual que el sur y suroeste pampeano, no logran afianzar un comportamiento típico y muy esperado en cuanto al régimen de lluvias.
Con tendencia de guarismos positivos en cuanto al comportamiento de las temperaturas y régimen de lluvias que, en el mejor de los casos, oscilan los valores normales esperados, la campaña de granos gruesos queda blindada por el complejo escenario climático el cual indudablemente deriva en el estudio y monitoreo de las principales variables meteorológicas, respondiendo a la preocupación e interés de todos los actores que conforman la cadena productiva.