El Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos del Departamento de Agricultura (FSIS/USDA, por su siglas en ingles) de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.), verificó satisfactoriamente las equivalencias con el sistema de control del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que se aplica en las plantas habilitadas para exportar carne bovina hacia ese destino
En la reunión final realizada en la sede central del Senasa en Buenos Aires, los inspectores estadounidenses adelantaron al presidente del Organismo, Ricardo Negri, y a su equipo de trabajo, su informe favorable sobre lo observado en la visita de auditoria que se extendió del 2 al 6 de diciembre.
Negri agradeció a la delegación del FSIS por su trabajo y felicitó a los profesionales del Senasa por el resultado de la auditoría.
El director de Inocuidad y Calidad en Productos de Origen Animal, Gustavo Soto Kruse, explicó que “el resultado final de esta auditoría fue exitosa para la Argentina debido a que pudieron verificar en los frigoríficos que han sido subsanadas las observaciones realizadas en la anterior visita, vinculadas al servicio de inspección oficial en la faena y control de residuos”.
Los representantes del FSIS/USDA, recorrieron las instalaciones del Laboratorio Xenobióticos, inscripto en la Red Nacional del Senasa. También verificaron el establecimiento oficial Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia y el Frigorífico Rioplatense, ambos en la provincia de Buenos Aires donde verificaron las correcciones realizadas a las observaciones que habían hecho la entidad estadounidense en su anterior visita de principios de este año.
“De esta forma concluyen las auditorías sobre las equivalencias y el mercado estadounidense se mantiene abierto y operativo”, señaló Soto Kruse.
En noviembre del 2018, el FSIS/USDA comunicó al Senasa la restitución del sistema de equivalencias entre ambos organismos, lo que completó la apertura del mercado iniciada el 2 de julio de 2015, cuando Estados Unidos autorizó la importación de carnes bovinas frescas desde nuestro país, tras el cierre en 2001 por la presencia de fiebre aftosa, enfermedad de la cual la Argentina está reconocida internacionalmente como libre desde el año 2007.