El problema ya no es la fiebre porcina africana, ni los stocks de carne en cámara, ni las importaciones especulativas, ni el enorme volumen de carne acumulado para el Año Nuevo lunar.
El problema es que para detener la propagación del coronavirus, la actividad económica está virtualmente paralizada en gran parte de China.
Las vacaciones han terminado, pero el feriado del Año Nuevo Lunar ha sido extendido en gran parte del país; están semiparalizados los puertos, la actividad bancaria, los shopping, el transporte, el turismo, los restaurantes, los espectáculos, las clases. Se intenta que la circulación de personas y de mercaderías se reduzca al mínimo, sólo lo indispensable, y hay importantes stocks de carne en cámara sin poder utilizarse, porque está paralizada la distribución.
Los precios del cerdo, que habían tenido un retroceso en noviembre y diciembre, ahora vuelven a subir, y ya están muy cerca de los valores récords de octubre último. Se ubicaban a fin de enero 116 por ciento por encima de igual mes del año pasado.
Pollos, también complicados
Empieza a estar en una situación muy complicada la industria aviar, no sólo por la aparición de brotes de un subtipo de la fiebre aviar, sino también porque la virtual interrupción del transporte está impidiendo que los pollitos BB y el alimento lleguen a las granjas engordadoras de pollos.
Está totalmente interrumpido, también, la repoblación de los criaderos de cerdos cerrados en 2019 a causa de la peste porcina, porque como consecuencia de las drásticas medidas tomadas para que no se propague el coronavirus, muchas rutas están cortadas. Está paralizado el transporte de animales, y la mayoría de las plantas frigoríficas están inactivas.
Al tiempo que la fiebre porcina sigue extendiéndose, el precio del cerdo ha vuelto a subir, las importaciones desde el Mercosur siguen muy altas.
En enero, los embarques conjuntos de Brasil, Argentina y Uruguay, con destino a China, fueron de más de 80 mil toneladas peso producto, que si bien se ubican por debajo (43 por ciento) del volumen de diciembre pasado, todavía son 100 por ciento más altos que lo embarcado en enero del 2019.
El gobierno chino ha manifestado recientemente que alentará la importación de carne, especialmente de cerdo y vacuno.
A partir de la segunda semana de febrero, prácticamente se han interrumpido los nuevos negocios con China. La mayoría de los importadores chinos sigue de vacaciones, el país está semiparalizado, los puertos no están operativos y la actividad bancaria está reducida al mínimo.
Según el Rabobank, la situación no se resolverá antes de junio próximo. Hasta que no se resuelva el problema del coronavirus, que puede llevar meses, la importación y distribución de carne no se regularizará. De acuerdo a lo sucedido con la crisis del Sars en 2012-2013, es muy posible que de superarse la presente crisis sanitaria, la economía experimente luego un fuerte repunte, con un aumento de la actividad económica y de las importaciones de carne.