Si bien el Gobierno buscó demorar el paro, en medio de una negociación paritaria que mañana miércoles tendrá un nuevo encuentro, parece que la necesidad de financiamiento del gremio apuró las decisiones y retomó la intención original de frenar a todo el sector lácteo a nivel nacional durante este martes.
Ayer contábamos que con un mecanismo extorsivo, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) el sábado llegaba a las 670 empresas de todos los tamaños con un comunicado en el que pedían que confirmen si aceptaban el pedido de un pago de 15 mil pesos para los trabajadores y de 15 mil pesos por trabajador para Atilra, lejos de la preocupación por la salud y la obra social, para que así evitar el paro.
Sin fecha ni horario, esto que se suma a la medida de fuerza vigente desde el primer minuto del sábado pasado y hasta el final del próximo domingo, prohibiendo a los empleados trabajar un franco o hacer horas extra, terminó sumando este martes un paro total.
Sólo dos empresas aceptaron la presión, para no sufrir el segundo paro en un mes, en un contexto de medidas de fuerza. El desembolso de muchos millones, repartidos entre trabajadores y el gremio generaron hoy cierta normalidad en los dos establecimientos, pero internamente frente al resto de las empresas representadas por las cámaras deberán debatir esta decisión que sólo suma más diferencias.
En el resto de las plantas, el control en los ingresos, las banderas de Atilra decoraron los portones y confirmaron que si algún trabajador no tenía intención de parar, no podía cumplir con su propia voluntad. A esto se añade que un aproximado del 30 por ciento de los recursos humanos no están trabajando desde marzo, por pertenecer a los grupos de riesgo y esto ya viene resintiendo a cada línea productiva en las empresas.
Millones de litros de leche hoy no se recolectaron en los tambos, en estas 24 horas que concluyen a las 7 del miércoles. Entre la sequía, los precios paralizados desde marzo para la materia prima, la baja en la demanda y el consumo más económico, sumado a la baja en los precios internacionales que hoy volvió a dejar a la leche entera en polvo por debajo del piso de los tres mil dólares, esto es un golpe muy intenso para la producción.
Del otro lado, el consumo en los centros urbanos más grandes verá comprometida la provisión, ya que más allá de los repositores afiliados a Atilra, los camioneros no pueden trabajar.
Negociación paritaria
Queda pendiendo de un hilo la intención de negociar ante el Ministerio de Trabajo toda esta complicación planteada desde el sábado, pero fundamentalmente el bono destinado a la Obra Social del Personal de la Industria Láctea, que sería de nueve mil pesos, pero para los afiliados activos en la misma y no para todos los trabajadores representados por Atilra.
Una vez más la caja del gremio se interpone y no se evalúan casos de aportes que algunas empresas hicieron para atender cuestiones vinculadas a la pandemia, que se puede usar como excusa, entre donaciones de material sanitario, e incluso el equipamiento aportado al hospital de General Rodríguez.
Este miércoles se intentará seguir negociando, se precisa de una mediación legítima del Gobierno Nacional para lograr que una y otra vez piden cumplir que es la paz social en este vínculo entre trabajadores, gremios y empresas.