l Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación convocó a una reunión extraordinaria del Consejo Federal Agropecuario (CFA) para debatir acciones que ayuden a mitigar los fuertes daños que están dejando en la producción ganadera de la Patagonia la ola de nevadas que sacude al sur del país.
A partir de este encuentro, se determinó que este jueves se reúna la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario.
Según la cartera agropecuaria, esta situación de fuertes heladas y temporales de nieve afecta a las provincias de Santa Cruz, Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego.
En este marco, decidió poner todas las herramientas y programas de emergencia a disposición para que las provincias afectadas puedan sobrellevar esta situación.
«Reconocemos que hay una situación compleja en la región patagónica y es fundamental que el Estado esté presente», señaló el ministro Luis Basterra.
Alarma en los ovinos
En paralelo, la Mesa Ovina Nacional (MON) –integrada por las cuatro entidades de la Mesa de Enlace– emitió un comunicado en el que advirtió sobre un “panorama desalentador” e hizo un llamado “para que se impulsen medidas urgentes para mitigar la crítica situación que afecta a los productores ovinos y al entramado social en el que se desarrolla la actividad”.
“Sobre llovido, nevado: a los efectos del Covid-19 se le agregan los estragos de las nevadas extraordinarias”, se titula el documento difundido por la MON en el que señaló que las intensas nevadas ocurridas en los últimos días han producido una alta mortandad de ovejas, disminuyendo las existencias y el capital de los productores ovinos de la zona.
También explicó que esta adversidad climática ocurre en un contexto de por sí complejo para el sector ovino, que ya se encontraba gravemente comprometido porque la pandemia de coronavirus redujo un 26 por ciento la demanda de lana a nivel mundial, lo que se tradujo en una baja del 26 por ciento del precio de este producto.
“Se requiere, en lo inmediato asistir y rescatar a los productores aislados, recuperar los animales atrapados en la nieve y generar con una red solidaria para proveer la alimentación necesaria para los animales afectados”, subrayó la Mesa Ovina.
Asimismo, pidió eliminar los derechos de exportación a todas las fibras y carne ovina y elevar los reintegros, para evitar “exportar impuestos”; elevar el mínimo no imponible para los aportes patronales, con el propósito de preservar el nivel de empleo; y para recomponer el capital perdido, por medio de una partida extraordinaria que se destine a Emergencias Agropecuarias y que se pueda vehiculizar a través de la estructura de la Ley Ovina.
“Esto permitirá la recuperación del capital de trabajo y los programas de transformación, evitando el desarraigo y la migración interna hacia zonas urbanas”, dijo la MON.
Sin infraestructura
Antes del comunicado conjunto, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) había emitido un comunicado propio en el que criticó que esta situación también “pone de manifiesto las pésimas condiciones de infraestructura que dominan esa región”.
“Rutas, caminos, alcantarillas, servicios de comunicación telefónica e internet, gas, electricidad, que colapsan frente al fenómeno y complejizan los intentos de rescate de pobladores, familias, trabajadores y productores, así como las pérdidas de hacienda en un proceso de deterioro que se verá agravado en las próximas semanas”, alertó CRA.
También cuestionó que “los Gobiernos Provinciales con recursos extenuados por la atención de la pandemia, poco y nada pueden hacer y con la sola buena voluntad, no alcanza” y que “el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación es un pasivo observador de la situación; no un protagonista de medidas preventivas y paliativas urgentes”.
Sobre este punto, CRA subrayó que “la ley de emergencia nacional y su intrincado funcionamiento no tiene efectos prácticos relevantes; suspender el pago de algunos impuestos por breve tiempo no atiende el problema central que es la pérdida de capital, recursos e ingresos, que por falta de políticas de financiamiento condicionan a una muy lenta recuperación o hasta la imposibilidad futura para muchos pequeños productores”.
“Así, una región poco poblada y con superficies inmensas va camino a un destino de desaparición productiva, cuando el país y el mundo demandan más nuestros productos sanos y renovables; es tiempo que el Estado Nacional, de una vez por todas, equipare al sector rural de la Patagonia integrándolo al resto del país y no dejándolo librado a su suerte”, se quejó CRA.