Mientras todavía no fue publicada la medida que permite el regreso del biodiésel argentino a la Unión Europea (UE), productores de Francia y Alemania presentaron una nueva demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), para impedir la vuelta del producto local. La presentación va en contra de la votación de las autoridades de ambos países que decidieron reducir los aranceles para la importación del biocombustible.
Según consta en un cable de la Agencia France Press (AFP), la nueva denuncia tiene los mismos fundamentos que usó Estados Unidos para cerrar la puerta al biodiésel. Pero no es ni más ni menos que lo que también hizo la UE.
«Demandamos que haya un procedimiento de denuncia fasttrack», sostuvo el presidente de la Federación Francesa de Productores de Oleaginosos (FOP), Arnaud Rousseau, quien agregó: «el gobierno argentino no aplica impuestos al biodiésel para la exportación, contrariamente al aceite de soja, al que aplica una tasa del 25%».
Desde la Cámara Argentina de Biocombustible (Carbio), su presidente Luis Zubizarreta recordó «que el biodiésel argentino no recibe subsidios y por ende competimos en igualdad de condiciones en el mercado».
Para Rousseau «el producto terminado argentino es más barato que el grano europeo». En ese sentido fustigó la «ingenuidad» europea, en tanto que Estados Unidos ha tomado «medidas fuertes», y subrayó que los biocombustibles representan 200.000 empleos en Europa, de los cuales 20.000 se dan en Francia.
Fuentes que tanto oficiales como privadas que participaron de las negociaciones para la reapertura de Europa reconocieron que hay un «intento» del país galo de impulsar una «rápida investigación» como lo hizo la secretaria de Comercio de los EE.UU.
Vale recordar que Francia votó en contra mientras que Alemania se abstuvo. Argentina ganó 17 a 16, contra lo que pensaba el gobierno que estaba convencido que lograba una goleada.
Las mismas fuentes descartaron de plano que la futura denuncia avance dado que para ver si hay subsidios, debería al menos haber ventas en un periodo promedio en los últimos dos años. El mercado se cerró en 2013.
Además señalaron que el productor no puede ir ante la OMC dado que sólo lo hacen los países.
Lo que si podría es avanzar en una investigación propia europea.
La entidad que reúne a los productores alemanes cuyo titular Wolfgang Vogel cita la agencia AFP, afirmó que «no se puede tolerar una situación en la que se nos demanda suprimir la primera generación de biocombustible, de preparar la segunda, y al mismo tiempo importar biodiésel argentino».
Habrá que ver si avanza seriamente esta nueva amenaza de frenar el producto argentino. Para la industria es de vital importancia antes que Europa, que se vuelva al mercado norteamericano.
La semana próxima se reunirán las autoridades locales con sus partes de EE.UU.