Se trata de la reapertura del mercado de carne fresca deshuesada. Se había cerrado por un caso de vaca loca en el 2010.
A través del Servicio Nacional de Sanidad Alimentaria (Senasa), el Gobierno aprobó un protocolo sanitario que permite a Brasil exportar a nuestro país carne vacuna fresca deshuesada. Argentina ya importa carne del país vecino, pero esta autorización amplía ese mercado.
Durante 2016 se importaron dos mil toneladas de carne brasileña, lo que equivale al 0,07% de la producción local.
Si bien la exportación al país limítrofe está permitida, Brasil no compra carne argentina debido a que su mercado es más competitivo. Mientras el kilo de carne de novillo argentina cuesta 3,50 dólares, la brasileña se vende a 2,90.
La opinión de algunos referentes del sector
Ni Ricardo Buryaile ni ningún representante del Gobierno dieron aún declaraciones al respecto. Sin embargo, sí se expresaron especialistas y referentes de la industria.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), afirmó que “Brasil ya estaba abierto y lo único que se hizo fue sacar un requisito que tenían en la presentación de la documentación”. Y agregó: “Es poco lo que ingresa; tienen mercados que pagan más que la Argentina”.
En un sentido similar, Víctor Tonelli, consultor especialista en el mercado de carnes, admitió que, conceder esto “en el marco del Mercosur, es inexorable. Es un compromiso político. Más que carne fresca, puede venir para industria”, consideró.
Con esta última frase se refería a que la carne que probablemente Argentina compre de Brasil sea destinada a la manufactura de otros productos como hamburguesas y que no será para consumo directo.
