La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) presentó un informe sobre los indicadores de precios que describe el recorrido del precio a través de toda la cadena del producto, desde el campo hasta la góndola. Por ejemplo, desde el trigo a la panadería, el precio del pan se multiplica por 10,5; en la leche 3,6 y en el kilo de carne 2,4 veces.
El trigo representa el 8,3% del precio final y el molino el 3,3% ($ 1,18), la panadería el 63,6% y los impuestos el 24,9%. La estructura demuestra que el productor de trigo debe vender 12,7 kilos de trigo para comprar un kilo de pan.
En el caso de la leche, del precio final del sachet ($ 20,3), el tambo representa el 26,3%, la industria el 31,2%, el comercio el 16,7% y los impuestos el 25,8%. Según la Subsecretaria de Lechería del Ministerio de Agroindustria, el tambero recibe $ 5,61 por litro vendido. Debe vender 3,6 litros para comprar un sachet.
Agrega que aunque la ley de IVA prevé que la leche esté exenta de este impuesto en el último eslabón, no se aplica porque el decreto reglamentario dice que la exenta es la pasteurizada, mientras que hoy se produce la ultra pasteurizada (UAT).
Por ejemplo, en el queso cremoso, de su precio por kilo el 64,4% son costos, 30,4% impuestos y 5,2% ganancias. El tambo representa el 26,6%, la industria el 16,4%, el comercio el 26,6% ($41) y los impuestos el 30,04%.
Para la carne, el ternero representa el 41,1% del precio final, el feedlot el 17,6%, el frigorífico el 8,8%, la carnicería el 13,1% y los impuestos el 19,4%. Respecto al desempeño de la cadena cárnica, las ganancias cayeron a $ 0,54 por kilogramo al mostrador.
«El feedlot es el sector más complicado, presentó un margen negativo de $ 0,59 el kilo por animal en pie. En la cadena hubo un incremento de los costos del 18% y, además, una mayor participación del Estado», indicó Miazzo.
Para construir todos los indicadores de este estudio de FADA hay que tener en cuenta que a fines de tener un número lo más representativo posible se utilizaron promedios de distintas fuentes.
En el caso de la leche, la investigación se basó en un precio promedio de una primera y segunda marca, obtenidos de Precios Claros.
En la carne, se tomó un precio promedio ponderado teniendo en cuenta los distintos cortes en base al Ipcva.
En tanto, en el pan es un precio promedio ponderado según diferentes regiones del país en base a INDEC. Dado que se necesitaron casi dos meses en recolectar y procesar toda la información, los datos corresponden al mes de agosto pasado.