Mientras busca un socio extranjero que le permita revertir la mayor crisis económica en sus casi 80 años de vida, la empresa láctea Sancor apura su reestructuración con la venta de activos. En esta estrategia de generar ingresos y reducir costos operativos, la industria busca desprenderse de cuatro plantas: dos ubicadas en Córdoba (Coronel Moldes y Brinkmann), otra en Santa Fe (Centeno) y la restante en Buenos Aires (Coronel Charlone).
En Córdoba, las negociaciones más avanzadas se concentran en la planta de Coronel Moldes, cerrada desde el 1 de abril. Una cooperativa con sede en Huanchilla, departamento Juárez Celman, ha mostrado interés por quedarse con el establecimiento, que se dedicaba a la producción de quesos semiduros y duros, señala Punto Biz.
Las tratativas entre Sancor y esta cooperativa del sur cordobés comenzaron en junio, cuando las partes firmaron una carta de intención. Luego de un período en el cual las negociaciones parecían haberse estancado, las conversaciones volvieron a retomarse y se encaminarían a buen puerto.
El acuerdo está avanzado y hay optimismo para concretar la transferencia. La idea es que la planta pueda ser reabierta antes de fin de año, con el gerenciamiento de sus nuevos dueños. La operación tendría un costo que se aproxima a los 100 millones de pesos.
Con una capacidad de procesamiento que ronda los 220 mil litros de leche diarios, en la planta de Coronel Moldes trabajaban, hasta el momento de su cierre, unos 58 empleados, algunos en edad de jubilarse y otros que optaron por acogerse al retiro voluntario que Sancor dispuso para reducir su dotación de empleados.
Los interesados
Con 43 productores asociados, la cooperativa de Huanchilla maneja un volumen de leche que ronda los 120 mil litros diarios, que entrega a industrias de la zona. Con la operación, la decisión de la cooperativa no sería sólo continuar la elaboración de quesos. El plan de negocios contempla incorporar otros productos a la línea de elaborados.