El Departamento de Comercio de los EE.UU confirmó ayer la decisión que había tomado de forma provisoria en agosto pasado y aplicará un impuesto del 72% al biodiesel argentino que ingrese a ese país. El arancel implica en los hechos el cierre del mercado para el producto nacional.
La decisión fue confirmada en EE.UU pese a los intentos de los funcionarios del gobierno local por evitarla, e incluso pese a la presencia de Mauricio Macri en ese país.
El argumento expresado por Estados Unidos radica en un supuesto subsidio que recibiría la producción de biodíésel.
Sin embargo, cabe destacar que el diferencial de impuesto que se cobra al biodiesel en comparación por ejemplo con el grano de soja o con el aceite de soja, no se considera, según la legislación internacional de la OMC un subsidio, ya que menores impuestos nunca pueden ser considerados como subsidios.
Aun así, en el comunicado brindado por el Departamento de Comercio de la gestión de Donald Trump, se señaló que “Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores de biodiésel a tasas del 71,45 al 72,28%” supuesto motivo por el cual “instruirá a la Aduana estadounidense para que cobre depósitos en efectivo de los importadores de biodiésel de Argentina en función de esas tarifas”.
La noticia incluso es peor que la medida transitoria adoptada en agosto. En aquel momento, como medida preliminar se había establecido un arancel de hasta un 64%.En la práctica, tanto un valor como el otro deja afuera al biodiesel argentino del mercado de los EE.UU. Este mercado se considera que tiene un tamaño, para nuestras exportaciones, de unos 1.600 millones de dólares anuales, es decir que en ese sentido es sumamente significativo.
Como informó El Enfiteuta, con el cierre del mercado de los Estados Unidos (que ya se había dado y que ayer únicamente se ratificó) las exportaciones de este producto se derrumbaron. Las mayores ventas a Europa, por ahora están lejos de equiparar la pérdida del mercado de Estados Unidos.
Macri se había mostrado optimista con respecto a la posibilidad de llegar a un arreglo. Por eso en la semana había declarado a la agencia Reuters que “(el Director del Departamento de Comercio de los EE.UU Ross está haciendo lo mejor para encontrar un acuerdo con el sector privado de los EE.UU.”, pensando que el mismo iba finalmente a permitir la venta del producto en ese país. La decisión de ayer dejó sentado por escrito que no. La única alternativa que existe ahora es ir con una denuncia ante la OMC. Más allá de que Argentina tiene todas las razones para ganar allí, el proceso suele llevar no menos de dos o tres años. Desde el Gobierno se dieron rumores de que ese podría ser el camino que se emprendería, pero todavía no hubo ninguna comunicación oficial, que, por otra parte, seguramente se haga en acuerdo con el sector privado exportador.