El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicó un informe de previsiones sobre la evolución del sector cárnico ruso en 2018. Recuerda que desde el 25 de octubre de 2017 el gobierno de ese país ha ampliado las sanciones a los países que importaban carne y otros productos agropecuarios a Rusia, caso de los miembros de la UE y de EE.UU. y Canadá.
En el caso de la carne vacuna, se espera para 2018 una reducción en la producción del 1,1% hasta los 1,3 millones de toneladas. El USDA destaca que el 85% de los animales de este tipo que se sacrifican proceden de la producción láctea y tan solo el resto procede de explotaciones ganaderas especializadas en el cebo para producción de carne. El alto precio de esta carne, sobre todo la procedente de cebaderos especializados, hará que la demanda no crezca, cifrándose en 1,77 millones de toneladas, y acabará afectando a los márgenes de beneficio por el alto precio del ganado.
La importación de carne vacuna se situará en torno a 480.000 toneladas y supondrán prácticamente el 27% del total de carne de este tipo que consumen en Rusia. Brasil deberá resolver la situación del veto impuesto por ahora y otros países de Latinoamérica como Paraguay se mantendrán como los grandes exportadores al mercado ruso junto a otros más cercanos como Bielorrusia.
En porcino se espera que el país alcance los 3 millones de t en producción durante 2018. El USDA destaca como un rublo fuerte y la creciente demanda de carne están haciendo que crezcan las importaciones. La demanda de esta carne en el país crecerá hasta los 3,31 millones de toneladas debido a que la subida de la producción nacional motivó que los precios bajaran en 2016 motivando una mayor demanda por parte de los consumidores. Que se mantenga esta tendencia va a depender de que puedan mantener el poder adquisitivo y el nivel de los precios.
Fuente: El País