El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC estimó que la faena de bovinos alcanzó 1,12 millones de cabezas en noviembre, lo que significa un dos por ciento menos que en octubre, pero el mejor undécimo mes de los últimos ocho años.
Según el presidente del Consorcio, Mario Ravettino, “el ligero retroceso (frente a octubre) se verifica también en el promedio diario de animales sacrificados, por tratarse de dos meses con igual cantidad de días laborables, aunque debe resaltarse que es un número que se encuentra por encima de los verificados para un mes de noviembre desde el año 2009, en que la faena tuvo un pico histórico”.
Así, “en los primeros once meses del año se han sacrificado 11,5 millones de bovinos, un 7% más que en igual lapso del año pasado”, agregó Ravettino.
No obstante este crecimiento, todavía la industria cárnica tiene mucho camino que recorrer para volver a sus mejores años: el acumulado actual es inferior en un tres por ciento al promedio de la última década y en un 12 por ciento a los registros de mediados de la primera década de este siglo.
Más consumo y exportaciones
En los doce meses que corren de diciembre de 2016 a noviembre de 2017, la cantidad de animales sacrificados fue de aproximadamente 12,6 millones, 7,5% por encima de igual período en 2015/16. Todo indicaría que el ejercicio 2017 cerrará con una faena de ese orden.
La producción de carnes bovinas acumulada entre enero y noviembre fue de 2,6 millones de toneladas peso gancho, seis por ciento superior a igual lapso del año pasado.
“El crecimiento de la faena de vacunos se ha reflejado sobre el mercado local. En los últimos meses, el consumo de carnes bovinas ascendió a un nivel que superó los 60 kilos por habitante/año. Ello se ha visto acompañado por exportaciones de carnes bovinas que, a octubre de 2017, fueron superiores en un 32 por ciento a las de igual lapso del año precedente”, comentó Ravettino.
Alarma por las hembras
El costado negativo, según Ravettino, es que “la oferta total acusa una creciente dependencia de las hembras: la proporción de hembras en el total sacrificado fue equivalente a casi el 45 por ciento, exponiendo un aumento respecto de los meses anteriores que obedece a una mayor contribución de hembras jóvenes (terneras y vaquillonas)”.
“Este comportamiento pone en evidencia una escasa intención de recomponer el plantel reproductor, y por ende, las existencias de bovinos”, alarmó el ejecutivo.