El mercado de harinas vegetales es clave por ser el principal producto de exportación del complejo sojero, que a su vez provee un tercio de las divisas de ventas externas de la Argentina. En este contexto, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario para la campaña 2017-2018 nuestro país continuaría ubicándolos como el primer exportador mundial de harina de soja.
En la actualidad la Argentina provee alrededor del 50% de las ventas totales del producto. Lógicamente este lugar lo obtuvo gracias a la gran producción de poroto de soja pero también juega un rol estratégico el complejo industrial oleaginoso nacional que se ubica entre los más modernos y avanzados del planeta, que está localizado en el Gran Rosario.
El 33% de las exportaciones de Argentina son generadas por el complejo oleaginoso; es decir, uno de cada tres dólares que entran al país por ventas externas lo aportan la soja y el girasol.
En 2016 el complejo de soja y girasol exportó por un total de 19.300 millones de dólares, de ese total, los envíos de harina y pellets de soja representaron casi 10.000 millones de dólares, el 17% de las totales de nuestro país.
La harina de soja supera en facturación al resto de los productos del complejo sojero.
Las previsiones de la consultora Oil World para la campaña 2017-2018 en el mes de setiembre de este año mostraban que la producción mundial de harinas oleaginosas -medida en toneladas- podría registrar un aumento del 3,4% respecto de la campaña anterior.
También crece la participación de la harina de soja en el total de harinas oleaginosas: pasa del 61% en el ciclo 2013-2014 al 66% en la 2016-2017. Es el resultado de la mayor producción de poroto de soja y de su industrialización y las estimaciones dan cuenta que en el presente ciclo 2017-2018 se mantendría ese porcentaje
La soja lidera los envíos. El 33% de las exportaciones de Argentina son generadas por el complejo oleaginoso.
Fuente: Ámbito Financiero
