Desde febrero último, Brasil comenzó a mostrar retrocesos interanuales en el volumen de sus exportaciones de carnes vacunas, lo que se profundizó por el escándalo del operativo Carne Débil en marzo.
Las bajas continuaron durante abril y mayo, hasta que en junio se produjo un empate.
Contra la mayoría de los pronósticos, desde julio comenzó a registrar aumentos sustanciales, de dos dígitos porcentuales. En julio, la suba fue de 29%, en agosto 49%, en septiembre 20%, en octubre 43% y en noviembre un sólido 53%.
Según datos parciales hasta el 17 de diciembre, el promedio diario de embarques al exterior superó en 28% al observado en el mismo período de 2016.
Los principales clientes se han mantenido en el ranking de los cinco más importantes: Hong Kong, China, Rusia, Egipto e Irán, a pesar de la reciente prohibición rusa sobre la carne brasileña.
A su vez, los precios continúan en niveles parecidos a los de 2016, con una pequeña ganancia en doce meses.
Así las cosas, Brasil terminaría este año con más de 1,8 millones de toneladas equivalente carcasa, 13% más que en 2016, lo que significa un final de año a todo vapor en el rubro.
Fuerza asiática
El crecimiento exportador de Brasil en segundo semestre se explica en gran parte por la fuerza compradora de China y Hong Kong. Según publicó FaxCarne, en noviembre, las ventas a esos destinos alcanzaron un nuevo máximo histórico, al superar las 50 mil toneladas peso embarque en un solo mes ó 43% del total embarcado. Este volumen es casi 4 mil toneladas superior al de octubre y 21 mil toneladas mayor que el de noviembre de 2016, o sea un aumento de 73% interanual.
Así, estos dos destinos se llevaron el 49% de las exportaciones de congelados de Brasil, dejando detrás a Egipto, Rusia e Irán con unas 13-14 mil toneladas cada uno.