Tema sensible en la Argentina el del precio de la carne. Especialmente por lo que representa consumir casi 60 kilos de carne bovina por persona por año. Un producto cuyo precio es muy sensible con la inflación y que genera desvelo en muchos. Por los pronto, la buena noticia es que durante 2017 los precios de la hacienda y de la carne en góndola crecieron, pero lo hicieron a un ritmo menor que el nivel general de precios. Entrando más en tema y respecto del precio de la hacienda durante diciembre, y por tercer mes consecutivo, el valor de los animales en pie disminuyó con respecto al mes anterior.
Tanto la Ciccra como el Consorcio ABC dieron a conocer los indicadores de la actividad ganadera del año anterior que manifiestan una tendencia positiva para la actividad.
“La caída alcanzó a las categorías más grandes. En cambio, las categorías jóvenes mostraron leves alzas de sus valores unitarios”, indicaron desde la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne y Derivados de la República Argentina.
El precio promedio de la hacienda comercializada a través del Mercado de Liniers se ubicó en $ 27,660 por kilo vivo en diciembre de 2017. Este fue el valor más bajo de los últimos cinco meses. En tanto, al comparar con diciembre de 2016, la suba del precio promedio fue de 15,7%. En virtud de estos datos vale considerar que la carne aumentó menos que la inflación.
El precio de la hacienda y, el valor de la carne vacuna en el mostrador, aumentaron a menor ritmo que el nivel general de precios durante 2017 (15,7% y 14,9% vs. 26,5%). No obstante, los precios del animal en pie y de la carne vacuna a nivel minorista todavía acumulan alzas muy superiores a la del nivel general de precios, cuando la comparación se realiza con agosto de 2009, mes en que finalizó la fase de liquidación de vientres más profunda y extensa de la historia sectorial reciente (agosto de 2009)