Los dos países que más carne consumen en el mundo son Estados Unidos y Argentina.
En 2017, Estados Unidos consumió 37 kilos per capita de carne vacuna, 29,4 kilos de cerdo y 47,7 kilos de carne aviar, incluidos unos siete kilos de carne de pavo. En total, unos 114 kilos por habitante.
En la Argentina, también en el 2017, se consumieron según datos oficiales 58,55 kilos de vacuno, unos 45 kilos de carne aviar (se consumen sólo unos 100 gramos anuales de pavo) y unos 15-17 kilos de cerdo, lo que daría un total de 118,5-120,5 kilos per capita.
Para el año que acaba de comenzar, en Estados Unidos se prevé un consumo conjunto de carnes de unos 116 kilos, unos dos kilos más que el año pasado, con una caída de los precios reales de la carne.
Mientras tanto, en nuestro país podría estimarse un estancamiento o retroceso del consumo de carne vacuna, estabilidad del consumo de pollo y nuevos aumentos en el consumo de cerdo.
El Uruguay, por su parte, habría consumido el año pasado unos 59 kilos de vacuno, 20,5 kilos de aviar, 18 kilos de cerdo y unos 3,5 kilos de ovino; en total, unos 101 kilos per capita.
Exportación en pie
En el año 2017 Uruguay exportó 332 mil animales en pie, la mayoría novillitos sin castrar. El destino excluyente fue Turquía, que compró el 93 por ciento de lo embarcado. Las 332 mil cabezas exportadas en pie hay que relacionarlas con los 2,9 millones de terneros que se espera destetar en el año 2018 y con una faena esperada del orden de los 2,3 millones de cabezas.
Este volumen exportado por el vecino país marca un incremento del 17 por ciento con respecto al año anterior, al tiempo que se constituye en un nuevo récord histórico. Según el diario El Observador, el peso promedio aproximado de embarque es de 260 kilos, tardando de 25 a 28 días el barco en llegar a puertos de Turquía. Cada embarcación carga en promedio entre 5.000 y 27.000 vacunos.
Los novillitos pasan unos 21 días de cuarentena antes de embarcar, período que pasan encerrados a corral, donde se acostumbran a comer el concentrado con que se los alimentará en el barco, y luego en destino, dado que casi todos los animales son llevados finalmente a feedlots.
Cada barco lleva reservas de concentrado como para 31 días y se calcula que cada animal consume diariamente el tres por ciento de su peso vivo.
Los mercados de Medio Oriente, en su mayoría, por razones religiosas rechazan los machos castrados o descornados, por considerar que estos animales han sido “mutilados”.
La industria frigorífica (Adifu) ha manifestado que no cuestiona la exportación en pie, pero destaca que Turquía, por ejemplo, castiga con aranceles diferenciales la importación de carne vacuna y estimula al mismo tiempo la importación de animales en pie. “Los efectos sobre la faena de novillos se empezarán a advertir este año, al caer la faena entre cinco y ocho por ciento, observándose ya un faltante de novillos de uno a dos años y de dos a tres años en los datos censales. En los frigoríficos habrá menos niveles de actividad y mayores costos”, advierte la industria.