La agricultura familiar realiza un aporte significativo en la producción de alimentos que día a día consumimos los argentinos a lo largo y ancho del país.
Las buenas prácticas agrícolas (BPA) son una herramienta fundamental para lograr alimentos sanos y seguros.
Para implementarlas, el productor debe considerar el manejo adecuado y sustentable de los recursos del sistema productivo, cuyo resultado es la obtención de un alimento inocuo y de calidad.
Por ello, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) acerca esta información con el fin de que podamos apreciar el trabajo y el cuidado que hay detrás de los alimentos que consumimos.
En esta oportunidad, repasamos la importancia de registrar las actividades realizadas en el predio productivo en un cuaderno de campo: un insumo fundamental para la toma de decisiones, manejo de la producción y comercialización de los productos.
El cuaderno de campo sirve para establecer un plan de control de la documentación, llevar registros de tareas, procesos y aplicaciones de los productos fitosanitarios.
Debe ser fácil de completar y mantenerse actualizado ya que en caso de existir un problema sanitario con el producto, el cuaderno de campo permite detectar fácilmente la causa y subsanarlo.
Además debe incluir un plano del establecimiento donde se encuentren identificados los lotes productivos y, además, estar siempre disponible para su consulta.