A fines del año pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) pronosticó para 2018 un aumento en el volumen comercializado de carne vacuna a nivel mundial del orden del 2,7 por ciento.
Pero los datos de los primeros meses del año en curso permiten afirmar que esa proyección se está quedando corta. En enero-febrero, los cuatro países del Mercosur, más Australia, más Estados Unidos exportaron un 16 por ciento más que en los dos primeros meses del año pasado.
Argentina es el país que más creció: 38 por ciento. Pero llama la atención la recuperación de Brasil (19 por ciento) y de Australia (16 por ciento), ambos países con problemas en los primeros meses del 2017.
Mientras que Paraguay embarca prácticamente lo mismo, también en el primer bimestre Estados Unidos exporta un 13 por ciento más, y Uruguay está un 18 por ciento arriba.
Más oportunidades en Israel
Según Felipe Kleiman, consultor internacional especializado en alimentos y faena kosher, se abren además nuevas oportunidades para los proveedores a Israel del Mercosur. Una nueva reglamentación permite a los frigoríficos vender carne enfriada y envasada al vacío, con una fecha de vencimiento de 85 días.
En un artículo del diario El País, de Montevideo, Kleiman dice: “Argentina ya aprovecha esa oportunidad, y algunas empresas envían cortes enfriados a una de las mayores cadenas de supermercados de Israel, e incluso compiten con la carne local, la importada de Polonia y otros países de la Unión Europea, pese a que esos envíos por vía aérea encarecen el negocio”.
Según Kleiman, con esta nueva regla se podría entrar en un mercado virtuoso, que es de la carne enfriada, donde se pueden colocar cortes de mayor valor. “Esta carne saldrá más dinero y tendrá más demanda que la carne congelada”. Israel tiene un consumo de carne vacuna de 19 kilos per capita, que es 24 por ciento del consumo de proteínas: el pollo representa 60 por ciento del consumo total.
La producción local de carne vacuna en Israel está creciendo, aunque tiene muy poco espacio. Se importa ganado vivo de la Unión Europea y de Australia, que se engorda y se faena. El año pasado este país importó 10.430 toneladas de carne enfriada y 80.536 toneladas de carne congelada; de ese volumen, Argentina aportó 23 por ciento.
Debe destacarse que Argentina históricamente recibe de este mercado un sobreprecio por el conjunto de cortes del cuarto delantero en relación a otros países sudamericanos, atribuyéndose esta diferencia a la preferencia de los consumidores israelíes por el bife ancho argentino, que entra en el conjunto de 10 cortes del cuarto delantero que se exporta, bajo faena kosher, a ese destino