El volumen de compras del primer importador del mundo se sostuvo en marzo y casi no hubo diferencia de precios tras las importantes caídas que se venían registrando desde el récord de julio. Un aspecto llamativo es que la menor penetración brasileña se dio mientras contaba con precios competitivos en relación a sus competidores.
En marzo, China, líder global en importaciones, compró 211 mil t peso embarque de carnes vacunas, muy parecido a marzo de 2022 y entre los números de enero y febrero de este año. Este volumen no fue afectado por el autoembargo brasileño de febrero, que impactará en las estadísticas de abril y de mayo.
Si bien este nivel es inferior a las más de 250 mil t que importó en el segundo semestre último, en promedio, que constituyeron un nivel muy alto (equivalente a más de 4 millones de tec anuales), resulta en un volumen más que aceptable como muestra de una buena demanda.
El total del primer trimestre, de 630 mil t, observa un gran aumento sobre el período comparable de 2022 pero porque entonces se notaba la ausencia brasileña por el embargo anterior (sep-dic’21).
En cambio, es 3% mayor al primer trimestre de 2021, cuando las importaciones venían creciendo a gran ritmo para compensar la caída en su producción de carne de cerdo.
También, el ritmo de este primer trimestre es consistente con los pronósticos sobre su desempeño en todo 2023.
Se amesetaron los precios que venían cayendo
Desde el récord de valores alcanzado en julio último, con USD7.600/t de carne congelada sin hueso, principal rubro de importación, los precios negociados por los importadores chinos no dejaron de bajar, mes tras mes, hasta los 5.460 de febrero (-30%), a razón de USD300 promedio por mes. En diciembre y enero se marcaron picos de 500 dólares cada mes y la baja mínima fue de 100 dólares en noviembre.
En cambio, en marzo casi no hubo diferencias con el valor del mes previo, lo que está indicando un amesetamiento, que se confirma con una suave recuperación de precios posterior al año nuevo lunar y que tuvieron un refuerzo al salir Brasil del mercado, aunque luego tendió a desaparecer.
Brasil pierde participación
Un aspecto llamativo de las importaciones chinas recientes es que Brasil, principal proveedor, ha estado reduciendo su participación sin que haya un motivo identificable para tal hecho.
Es conveniente recordar que las cifras hasta marzo no incluyen la baja de embarques por el autoembargo del 23 de febrero. La llegada de carne en marzo requiere que su salida haya sido anterior a esa fecha.
Además, Brasil contó estos meses con un precio competitivo, en relación a los vigentes en la Argentina y en Uruguay, sus principales competidores en ese mercado, resultado de un mercado interno de carne debilitado y un tipo de cambio afilado, que sólo se apreció desde marzo.
Entre octubre y marzo, Brasil perdió 11 puntos de mercado, pasando de 51 a 40%, de los que la mitad fue aprovechada por la Argentina, que pasó del 16 al 22% en ese semestre. Del resto, dos puntos fueron tomados por Uruguay, uno por N. Zelandia y el resto por diversos proveedores.
El tema del contraste entre las condiciones competitivas brasileñas y su resultado es algo que se debe profundizar.