A pesar de la suba de mayo, en el acumulado de doce meses tuvo un pequeño retroceso y generalmente cuando se da esta inflexión luego los niveles de procesamiento se mantienen. Esto podría ser ayudado por la recomposición de los pastos y forrajes si se concretan los pronósticos climáticos.
En mayo, la faena argentina totalizó 1,28 millones de animales el mes pasado, 9% más que en abril y 10% más que hace un año.
Considerando los días hábiles, el aumento de la faena media diaria sobre abril cae al 3% pero con respecto a doce meses atrás aumenta al 16%.
No obstante, la participación de las hembras resultó de 48,3%, dos puntos menos que el alto registro de abril y un punto mayor al de un año atrás.
No hay muchas cosas más que se puedan agregar a los análisis que venimos haciendo en los últimos meses. Seguimos atribuyendo estos aumentos en el nivel de faena a una cuestión cíclica, a pesar de la crítica situación climática, que parecería que va mejorando.
En los últimos meses, mientras la faena de novillos y de vacas ha ido moderando sus aumentos interanuales, han crecido los correspondientes a animales jóvenes que, de todos modos, se ubica en el eje del 15%, luego de un largo período con retrocesos o estabilidad.
Hay un único elemento que enciende una luz de llamada. Por primera en poco más de un año, la evolución de la faena tomada de a 12 meses tuvo un pequeño retroceso. En general, cuando se hace esta inflexión, se mantiene. Aunque hay algunas pocas excepciones, por supuesto.
Pero hoy se puede decir que es posible que empecemos a ver números de la faena en disminución en los próximos meses.
Esto también podría ser ayudado por la recomposición de los pastos y forrajes si se concretan los tan demorados pronósticos climáticos.
