Históricamente se observaba una alta correlación entre el valor de la leche en polvo entera -nuestro principal lácteo exportado- con respecto al precio del petróleo. Dicha relación estaba arraigada en que la mitad de los destinos de lácteos exportados eran a países petroleros. Pero a partir del año 2009, se produce un fenómeno que comenzó a atenuar esa correlación y fue el inicio de las sustancialmente mayores importaciones de lácteos por parte de China.
Estas compras fueron incrementándose año tras año hasta convertir al gigante asiático en el principal importador lácteo del planeta. El impacto de dicho evento fue que la alta correlación entre precios de LPE (Global Dairy FAS Oceanía) y el petróleo (Brent FOB Europa) existente en el período previo al año 2009 (r2= 0,70) cayera a r2= 0,51. Ver gráficos que siguen:
Pero actualmente y a pesar de la menor correlación entre el valor del petróleo y la leche en polvo entera, la recientemente clasificada pandemia por el coronavirus ha reducido sustancialmente la actividad económica del gigante asiático (la demanda de alimentos y petróleo) combinado con la interna entre Arabia Saudita, Rusia y la OPEC derrumbando el precio del barril de Brent.., nos encontramos ante un compendio de factores bajistas preocupante.
Habrá que esperar un poco para ver los alcances y la potencial duración de estos factores para lograr componer una perspectiva certera de cómo afectará la economía global y la lechería en particular en los próximos meses…Afortunadamente la producción de leche 2019 para los 5 principales exportadores del mundo (Unión Europea, Estados Unidos, Nueva Zelandia, Argentina y Australia) fue apenas 0.07% superior a la de 2018.
Por Marcos Snyder – Dairylando.com