Un informe privado alertó sobre el impacto del Coronavirus en el negocio de la carne vacuna
En medio del avance de la pandemia del coronavirus, un estudio privado analizó el impacto que esta situación podría tener sobre el mercado de la carne vacuna. Si bien resulta difícil proyectar hoy el final de una crisis que recién se inicia, la realidad es que la demanda de carnes en el mundo seguirá existiendo. China, en particular, continuará teniendo un importante faltante de carne que –una vez normalizada la actividad- deberá abastecer y esto sin duda será un factor sumamente alcista tanto en precios como en volumen demandado.
Cuando el virus irrumpía en China hace poco más de dos meses, Australia fue uno de los primeros países en encender la alerta, sobre la desaceleración que generaría una caída en la demanda del gigante asiático sobre el comercio mundial.
Para los especialistas del Mercado Ganadero en Rosario, Rosgan, “los aislamientos sanitarios, las limitaciones al transporte, la cancelación de eventos públicos, todo lleva a un abrupto cese de la actividad social que, indefectiblemente, impactará sobre el consumo de bienes y servicios en general. Sin embargo, podríamos decir que la demanda de aquellos bienes cuyo consumo tienen un mayor componente social, será la más afectada”.
Y en ese sentido, el informe resalta que la carne vacuna “resulta altamente vulnerable dado la elevada proporción de consumo que se realiza fuera de los hogares, especialmente en países del hemisferio norte”.
Las estadísticas reflejaron que en los últimos años el comercio mundial de carne vacuna está creciendo de manera sostenida, no solamente por la mayor población sino también porque mejoraron los ingresos de los consumidores. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el año pasado el comercio mundial de carne vacuna creció un 7% anual, con el impacto que provocó una mayor demanda por parte de China por el brote de la peste porcina africana.
“Esto hace que, partiendo de estas tasas de crecimiento, la caída esperada del comercio mundial, pueda resultar aún más pronunciada de lo visto en la historia reciente”, explicaron desde el Rosgan.
Y agregaron: “Dependiendo del grado de apertura de cada país, el impacto será diferente. En el caso de nuestro país, al igual que en Brasil, más del 70% de la oferta total de carne vacuna se vuelca al mercado doméstico lo que ciertamente permitiría mitigar el efecto que puede llegar a tener una desaceleración del comercio mundial. Por el contrario, países como Uruguay, Australia o Nueva Zelanda, que destinan entre el 70% y hasta el 90% de su producción al mercado externo, se encuentran más expuestos”.
Impacto en el consumo
Además, recordar que el 75% de las exportaciones de carne vacuna de la Argentina tuvo como destino China. Al respecto, el informe del Rosgan sostiene, “es precisamente este país el que, siendo el primero en expresar esta crisis sanitaria, ya habría logrado contener la epidemia, según datos dados a conocer por el propio gobierno chino. Distinto es el caso de los países europeos, que según se estima, aún no han alcanzado el pico de la epidemia y ya muestran una brutal desaceleración en el consumo. En términos de participación, Europa representó para nuestro país cerca de un 12% de los embarques totales de carne vacuna en 2019, aportando un 18% de la facturación total”.
Por otro lado, el informe resalta que la pandemia afectará las exportaciones de carne vacuna, y el mercado interno se encamina a una caída del consumo. Al respecto, desde el Rosgan dijeron: “Más allá de las medidas que se adopten para reducir la circulación social, existe también un componente psicológico de alto impacto sobre los niveles de consumo, especialmente en bienes cuya demanda tiene un fuerte componente social”.
Y en ese segmento de productos, “la carne, para los argentinos, no es sólo un alimento de la canasta básica sino un motivo de reunión social, el asado familiar, la hamburguesa al paso de los más jóvenes, son todos puntos de consumo que sin duda se restringirán temporalmente. Si bien en proporción, el consumo fuera de los hogares resulta menor que en el resto de los países del hemisferio norte, no deja de ser un componente que se resentirá”, comentaron los especialistas del Rosgan.
Por último, habrá que estar atentos a la oferta de carne, donde “es factible proyectar cierta disrupción en el sistema de suministro y abastecimiento. Los mercados concentradores, las plantas de faena y hasta las grandes cadenas de supermercados podrían ver fuertemente afectada su actividad, en caso de endurecerse las medidas de contención vigentes».