La sequía provocó un impacto muy fuerte en la cosecha de maní en esta provincia, donde está el principal polo productor e industrializador del país. El 80% está afectado, según datos de la Bolsa de Cereales. La cosecha pasó de una proyección de 1,250 millones de toneladas a 900.000, de las más bajas de los últimos años.
Un informe privado indica que, a fines de febrero, los valores de agua útil en la zona manisera cordobesa estaban entre 0% y 10%, lo que constituye una condición de «sequía extrema». A esta altura se considera que esa situación es «irreversible» para los cultivos; las zonas centro y norte son las más comprometidas en cuanto a las reservas de agua en el suelo.
Luis Macario, de Gastaldi Hermanos, integrante de la Cámara Argentina del Maní y presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, explicó a LA NACION que los rindes pasaron de una media de 3,2 toneladas por hectárea a dos o 2,2; un tercio menos.
«La sequía tiene una variabilidad enorme; puede que un campo esté beneficiado por una napa más alta y el del lado no tenga nada de producción. El efecto de la falta de agua es grave», dijo.
Por ahora, el daño alcanza al volumen de la producción y también a los granos, que son más pequeños, lo que impactará en la pérdida de precio (mientras más grande, mejor cotiza). «Es una cosecha magra en términos de kilos por hectárea y también en tamaño, lo que deja al futo más propenso a contraer alguna enfermedad», apuntó.
Esta cosecha, la superficie sembrada en Córdoba alcanzó las 340.500 hectáreas, 13% por sobre la media histórica, que es de 302.400 hectáreas. Según la Bolsa de Cereales local, mientras que en la primera quincena de febrero el 90% del maní registraba estado «bueno, muy bueno y excelente» esa condición bajó al 37%.
Las precipitaciones entre enero hasta lo que va de este mes son un 50% inferior al mismo período de los últimos 11 años.
En lo que hace a los precios internacionales, hubo un rebote a mediados de febrero, cuando se empezaron a proyectar los efectos de la sequía sobre la cosecha argentina. La tonelada de maní blancheado pasó de US$1300 la tonelada/costo flete en Rotterdam a US$1500.
Sin embargo, Macario señaló que la suba «no compensará la pérdida de volumen». El maní argentino se exporta de manera dominante a Europa, ya que Estados Unidos atiende su propio mercado que tiene altos niveles de consumo.
«Es preferible tener precios bajos y cultivo para vender que a la inversa -describió-. Una lluvia ahora sería muy buena para mejorar la tarea de la arrancada para, después, hacer la cosecha con tierra húmeda. A esta altura el daño está hecho».
Fuente: La Nación